México D. F.- En quince años se redujeron en un 70 por ciento los casos de fiebre tifoidea atendidos por el IMSS, al pasar de 5, 513 en
Las cifras, señaló el doctor Bernal, coinciden con la media nacional, que disminuyó de 19 mil pacientes a principios de la década de los noventa, a nueve mil a finales de la misma. Durante el 2005, agregó, la fiebre tifoidea se detectó con mayor frecuencia en Tamaulipas, Chiapas, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato y Oaxaca, entidades donde se concentra el 80 por ciento de los casos.
El especialista explicó que la tifoidea es producida por el bacilo Salmonella Typhi, que penetra la sangre y se disemina a distintas partes del cuerpo. La duración promedio de la infección es de 21 días y se presenta todo el año, mostrando un ligero incremento en primavera y verano.
Los síntomas surgen bruscamente y son los siguientes: fiebre continua, dolor de cabeza intenso, malestar general, falta de apetito, disminución del pulso, inflamación del bazo y estreñimiento. En personas de piel blanca a veces aparecen manchas rosadas en el tronco.
Las principales complicaciones producidas por la fiebre tifoidea son la meningitis y ulceración en el intestino, con hemorragias y perforaciones que pueden producir peritonitis. El doctor Bernal Vázquez advirtió que si una persona padeció de tifoidea y no fue atendida adecuadamente, con seguridad es portadora de la enfermedad aunque no presente síntomas. Existe mayor probabilidad de que las mujeres sean portadoras, debido a que se asocian a las anormalidades o cálculos en las vías biliares, donde anida preferentemente la salmonella.
Cuando la tifoidea no es tratada puede ocasionar la muerte hasta en un 15 por ciento de los casos (cada año en el mundo se enferman de fiebre tifoidea alrededor de 17 millones de personas y 60 mil mueren por esta causa), pero cuando se diagnostica a tiempo y se atiende adecuadamente, el índice disminuye al uno por ciento.
El tratamiento de la enfermedad se basa en antibióticos prescritos por el médico, ya que algunas cepas han generado resistencia, por lo que se recomienda no automedicarse.
La disminución de los casos de tifoidea, indicó Bernal Vázquez, se debe en gran parte a las medidas de control higiénico. Para evitar el riesgo de contagio sólo deben observarse medidas básicas de higiene, tales como:
- Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño
- Lavar frutas y verduras con agua y jabón
- Cuidar la higiene de las madres durante la lactancia
- No consumir alimentos en la calle, pues pueden estar contaminados con materia fecal Beber agua potable, clorada o hervida
- Extremar la higiene al preparar alimentos