Lo que los hombres deben saber sobre la próstata

México D.F., 25 de noviembre (Redacción Salud Mundo de Hoy).- Es una glándula exclusivamente masculina, tiene el tamaño de una nuez y está ubicada delante del recto y debajo de la vejiga. Contiene células glandulares que producen parte del líquido seminal, que protege y nutre a los espermatozoides. Detrás de ella se encuentran las vesículas seminales, que producen un mayor volumen de líquido para el semen. Rodea la primera porción de la uretra, que es el conducto que transporta la orina desde la vejiga y el semen fuera del cuerpo a través del pene. Si aún no sabe de lo que estamos hablando, le diremos que se trata de la próstata, uno de los grandes dolores de cabeza para el sexo masculino.

Los andrógenos (de los cuales la testosterona es el más común) u hormonas masculinas estimulan el crecimiento de la próstata en el feto. En los hombres de mayor edad, la parte la parte de la próstata que rodea la uretra a menudo continúa creciendo, a esta condición se le llama hipertrofia prostática benigna o hiperplasia prostática benigna. El crecimiento de esta parte de la próstata puede estrechar la abertura de la uretra y causar problemas al orinar.

¿Un padecimiento inevitable?

Varias autopsias practicadas a hombres de edad avanzada han revelado que muchos de ellos padecían cáncer de próstata sin saberlo, pues nunca presentaron síntomas y su muerte fue por causas muy distintas. En hombres de entre 30 y 39 años, es poco frecuente encontrar esta condición, pero conforme la edad se incrementa su aparición es tal que se puede decir que alrededor del 90 por ciento de los hombres tendrá cáncer de próstata en algún momento.

Más del 99 por ciento de los cánceres de la próstata se forma en las células glandulares, encargadas de segregar el líquido seminal. Al cáncer que tiene este origen se le conoce como adenocarcinoma. Se cree que el cáncer de la próstata comienza con una alteración llamada neoplasia prostática intraepitelial (PIN), la cual comienza a aparecer entre los 20 y 29 años de edad, y se calcula que al llegar a los 50 años, casi un 50 por ciento de los hombres la presentará. Si se diagnostica una neoplasia prostática intraepitelial de alto grado, existen entre un 30 y un 50 por ciento de probabilidades de que el cáncer ya esté presente en la próstata.

De acuerdo con datos de la American Cancer Society, uno de cada seis hombres será diagnosticado con cáncer de la próstata en el transcurso de su vida, pero de ellos, sólo uno de cada 34 fallecerá por esta enfermedad; a pesar de estas cifras, el cáncer de próstata es la causa de aproximadamente 10 por ciento de las muertes en pacientes oncológicos.

Más del 90 por ciento de todos los cánceres de próstata se detecta cuando está en etapa local (cuando está limitado a la próstata) y regional (cuando se ha propagado a áreas adyacentes). La tasa relativa de supervivencia para todos estos hombres es de casi un cien por ciento a cinco años de diagnosticada la enfermedad. Con el surgimiento de las pruebas del antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), es posible detectar la mayoría de los cánceres antes de que causen síntomas.

El llamado “tacto rectal” es de ayuda para detectar endurecimiento y crecimiento en la próstata, pero un diagnóstico adecuado debe ir acompañado de otros estudios, como el ya citado antígeno prostático, análisis de orina, citología del líquido prostático, una tomografía computarizada y una biopsia para confirmar cualquier sospecha.   

La causa del cáncer de próstata se desconoce, aunque algunos estudios han mostrado una relación entre una dieta alta en grasa y el incremento en los niveles de testosterona. Cuando los niveles de testosterona disminuyen, ya sea a causa de la extirpación quirúrgica de los testículos (castración, orquiectomía) o por medicamentos, el cáncer de próstata puede mejorar lentamente

Síntomas

A continuación, se presentan una serie de síntomas que comúnmente están asociados al cáncer de próstata, aunque también pueden estarlo a padecimientos benignos. De cualquier forma, lo más recomendable es consultar con su urólogo si presenta uno o varios de ellos, sobre todo si ya ha pasado de los 40 años.

• Dificultad al orinar

• Goteo urinario, en especial, inmediatamente después de terminar la micción

• Retención de orina

• Dolor al orinar

• Dolor al eyacular

• Dolor en la parte inferior de la espalda

• Dolor al defecar

• Exceso de orina en la noche

• Incontinencia

• Hematuria (sangre en la orina)