Enfermedades cardiovasculares, peligro para la sociedad
A nivel mundial, mueren aproximadamente 16.6 millones de personas a causa de alguna enfermedad cardiovascular, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No obstante, en Latinoamérica se estima que de las ocho millones de muertes anuales que se registran en esta región, un alto porcentaje (de 35 a 55 por ciento) son atribuibles a éste tipo de patología, según la Organización Panamericana de la Salud (PAHO, por sus siglas en inglés).
Por tanto, los laboratorios Merck Sharp & Dohme (MSD) levantó la Segunda Encuesta Regional sobre Hipertensión en países de América Latina, la cual se enfocó a evaluar el conocimiento de la población en Accidente Vascular Cerebral (AVC), patología que incapacita al 70 por ciento de la personas que la han padecido.
La encuesta realizada abarcó a 106 personas de ambos sexos, que oscilaban entre los 30 y 60 años de edad, quienes conocían a un individuo que padeció el trastorno.
La información arrojada determinó que el 65 por ciento de los encuestados no sabía cuales eran los niveles adecuados de colesterol, e inclusive el 24 por ciento de ellos, nunca se había realizado un estudio para determinarlo.
Sin embargo, 75 por ciento de los hombres y el 73 por ciento de las mujeres respondieron que el ingerir alimentos con alto contenido graso son agentes que ocasionan el colesterol alto.
Asimismo, el 99 por ciento mencionó que es importante controlar el colesterol y un 62 por ciento señaló que la dieta sola no es suficiente para controlarlo
Según datos de la OMS, el llevar un registro y control de la presión arterial, la azúcar en la sangre y del colesterol, el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular se reduce al mínimo.
Un dato sumamente importante es que 36 por ciento de la población contestó que conocía a alguien que falleció de un AVC, esto sin duda nos dice que es una enfermedad que se puede prevenir en la mayoría de los casos.
Por tanto, es muy importante recordar que debemos cuidar nuestro nivel de colesterol, debido a que es un fuerte condicionante de riesgo de sufrir un derrame o un infarto.
La forma más fácil de hacerlo es reducir la cantidad total de grasa en la dieta diaria, así como realizar ejercicios (mínimo media hora), vigilar la presión arterial de manera adecuada, mantener el peso y dejar de fumar.