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Obesidad infantil, un problema de salud pública

Por Eduardo López

México, D. F., 13 de septiembre (Salud Mundo de Hoy).- La obesidad está definida como la acumulación excesiva de tejido graso, en México este padecimiento se ha convertido en un problema de salud pública. Sin embargo, en los países desarrollados es catalogado como un padecimiento epidémico, que se desarrolla por imitación o por el consumo excesivo de alimentos altos en contenido energético.

Los causantes de este padecimiento en los infantes son: la genética, la publicidad y el estilo de vida sedentario, acompañado del estrés y los distintos estados de ánimo. El problema de obesidad infantil sólo es evitable con la prevención y enseñanza a los niños a comer de manera saludable ya que al final del día el organismo es el único afectado pues puede padecer hipertensión e incluso diabetes.

El Centro Integral de Diagnóstico y Tratamiento (CIDYT) del Hospital Médica Sur, que dirige la doctora Martha Helena Ramos, cuenta con especialistas en la materia, tal es el caso de la nutrióloga Beatriz Meléndez quien platica en exclusiva para LaSalud.com.mx, sobre este problema, “el sobrepeso también puede deberse a exceso de músculo, pero no necesariamente es obesidad que por definición es la acumulación de tejido graso”.

La falsa creencia de que un niño al ser “gordito” es sinónimo de salud debe erradicarse por completo,“esas son ideas prácticamente arcaicas que está desde la década de los cincuenta en la que se pensaba que un niño rollizo, y que se le veían los rollitos marcados en las piernas y ‘cachetoncito’ era signo de bonanza y de salud, eso persiste en algunos grupos de la población, pero ya se ha visto el inconveniente y las repercusiones en la salud de esa obesidad en la infancia y que se arrastra a lo largo de la vida y potencializa algunos trastornos de la salud”, comentó la nutrióloga Meléndez.

El Índice de Masa Corporal (IMC) es un parámetro para determinar a partir de la masa corporal cuando una persona presenta un peso normal  de acuerdo con su estatura y con ello poder detectar cuando se padece obesidad. Las causas de este padecimiento es una compleja interacción entre los factores genéticos, psicológicos, ambientales y los factores socioeconómicos.

En relación a esto, la doctora Maria Eugenia Ibarzábal Ávila, coordinadora de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Médica Sur, declaró: “el gasto energético es lo que se ingiere de comida y lo que se gasta, cuando hay más ingestión de calorías de la que se gasta se rompe el equilibrio y empezamos a acumular tejido graso, también hay factores genéticos, se dice que un papá obeso va ha tener un hijo obeso de tres, pero dos papás obesos van a procrear dos hijos obesos de tres, también los hábitos alimenticios, la cultura hacia el ejercicio, todos estos factores, estilo de vida, entorno y la publicidad hace que las personas coman rápido y que el índice de obesidad en México haya aumentado de manera alarmante en los últimos diez años”.

A simple vista es fácil detectar cuando un infante padece obesidad, sobre ello,  la nutrióloga Meléndez explicó: “generalmente un niño obeso tiende a ser más sedentario, su actividad física es menor, porque están cargando más peso de lo normal y tienden a consumir mayor cantidad de alimentos y entre comidas pueden tener los llamados ‘atascotes’, pueden roncar y afectar al sistema óseo, presentan desviaciones en la línea de las piernas, y la talla no corresponde a su edad, las “lonjitas” esas son las principales características de un niño obeso”, características que como menciona la especialista son fácilmente observadas no sólo por los padres, sino por el entorno social.

Los niños en general se burlan de los “gorditos” quienes no tienen control, ni fuerza de voluntad, muy frágiles y son blanco fácil, lo que conduce a que los pequeños se retraigan.

“Manejan una baja autoestima y son difíciles de socializar, nos hemos encontrado con pubertos de entre 13 y 15 años que donde más les ha afectado en lo psicológico porque se sienten rechazados se sienten que no son aceptados y que son sujetos de burlas, y que repercute no sólo en su vida social sino también en la familia porque llegan enojados, se retraen, no quiere platicar lo que les pasa, no saben que hacer”, señaló la doctora Ibarzábal.

Ante esta situación, el CIDYT del hospital Medica Sur ofrece un tratamiento integral para el tratamiento de este padecimiento, “nuestros tratamientos incluyen el apoyo nutricional, y el apoyo psicológico porque sin el psicológico es difícil hacer el cambio”, aseguró Ibarzábal. 

“En el CIDYT hemos encontrado niños hasta de siete años con triglicéridos altos, con glucosa en ayuno elevada, hipertensión arterial y que son las consecuencias más frecuentes en el adulto y curiosamente se corrige con pérdida de muy pocos kilos”, agregó.

Por su parte, Beatriz Meléndez señaló que la obesidad infantil se puede prevenir, modificando los hábitos y costumbres en la alimentación, “más que corregir yo diría encausar hacia la mejoría en el estilo de vida, mejoramos hábitos de alimentación, mejoramos actividad física que como consecuencia nos lleva a tener un mejor peso y no podemos detener el crecimiento sino fomentarlo y se fortalece por los resultados, mejorando su autoestima y que aprender autocontrol”.

El hospital Médica Sur brinda un esquema completo para tratar la obesidad infantil que consiste en “un diagnóstico integral, una evaluación médica, una nutricional, una evaluación psicológica, individual y familiar, una psiquiátrica y otra que realiza la Unidad de Rehabilitación por fisioterapia, pruebas de laboratorio completa, un electrocardiograma y un escrutinio de muñeca para saber cómo anda su densidad ósea, éste último muy importante porque casi nadie lo hace, al final todo se le entrega al paciente, en conjunto con las recomendaciones de cada especialista y se le ofrece un plan terapéutico para cada paciente” comentó la doctora Ibarzábal. 

Finalmente, es importante recordar que los hábitos alimenticios se aprenden en el seno familiar, y en buena medida de eso depende la salud que los hoy niños manifiesten en el futuro.

Cómo ayudar a un niño con obesidad:

1.- Acudir a profesionales
2.- Desechar la charlatanería (los productos llamados milagrosos para bajar de peso).
3.- Cambiar el sedentarismo por un aumento en  la actividad física
4.- Los padres, en conjunto con el niño, deberán aprender a comer saludable.

 

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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