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El papanicolao, método para detectar el cáncer cérvico uterino

Por Ady Corona

México, D. F., 15 de agosto (Mundo de Hoy).- El cuerpo femenino debe estar en buenas condiciones tanto de forma externa como interna, pues nuestro organismo sufre infinidad de cambios desde que nacemos hasta al final de nuestros días y si a ello le sumamos los factores de riesgo a los cuales estamos expuestas, es doblemente necesario reforzar las medidas preventivas.

El papanicolau es una medida sumamente necesaria para conservar en niveles óptimos nuestra salud sexual así como nuestros órganos reproductivos; desgraciadamente todavía un número importante de mujeres no se atreve a romper tabúes que les impide brindarse un autocuidado, y uno de ellos es el uso de esta herramienta para  detectar el cáncer del cuello de la matriz.

Las opiniones son variadas en cuanto a si este examen es caro o causa molestias,  mas lo importante radica en que a través de él se puede hacer un diagnóstico a tiempo que evita padecimientos de mayor importancia relacionados con el cáncer.

De cualquier modo, el ginecólogo siempre insiste con sus pacientes en la necesidad de practicarse este examen, y quienes no tengan la disciplina de acudir periódicamente a revisión, deberían comenzar a hacerlo, con el fin de no detectar de forma tardía algún padecimiento.

El proceso consiste en tomar una muestra del tejido interno de las células epiteliales que recubren el cuello del útero, para someterlas a una serie de estudios por medio de los cuales se observa si hay cambios en la forma de estas células que pudieran alertar sobre la aparición de cáncer o, en su defecto, del avance de éste.

Se exige el papanicolau  para todas aquellas mujeres que sean sexualmente activas, tengan o hayan tenido diversas parejas sexuales y encuentros de riesgo. Asimismo, su actividad sexual haya comenzado a edades muy tempranas o su pareja también sea promiscua, de igual modo, quienes tengan antecedentes de Virus de Papiloma Humano.

La prueba debe hacerse cada uno o cinco años, aunque todo depende de los diagnósticos que el médico detecte. Por fortuna, diversas instituciones de salud tanto públicas como privadas han incrementado sus programas preventivos sobre cáncer cérvico uterino, por lo cual el papanicolau ha tenido mayor presencia en los grupos de riesgo, no obstante, cabe aclarar que se hace énfasis en las mujeres cuyas edades oscilan entre los 35 y 65 años, pues según los estudios es en ese rango donde se han detecto mayor número de casos.

Según los datos médicos, el papanicolau tiene un 95 por ciento de precisión en los resultados obtenidos, pues lo que se observa es la cantidad de células presentes en la muestra de cérvix obtenida, las cuales nos indican si salió positivo o negativo, de modo tal que se puede prevenir la aparición de cáncer cuando las células están en el proceso de descomposición o en su defecto, confirmar que ya se padece de éste. En caso de ser así, y si todavía hay posibilidades, se erradica el mal, no obstante, en caso contrario se puede llegar a perder la vida.

Sin embargo, las cifras aún son alarmantes, pues si analizamos que todavía una mayor parte de las mujeres no tiene el hábito de asistir al ginecólogo, mucho menos la pretensión de hacerse el papanicolau, por lo cual se ha visto que quienes llegan a fallecer son personas que nunca asistieron a realizarse la prueba o, en su defecto, cuando lo decidieron era demasiado tarde.

De modo tal que es mejor prevenir, el papanicolau no es doloroso y si se acude a revisión constante se puede tener información sobre lo que ocurre con nuestro cuerpo e incluso una vida sexual más completa e informada y, por consiguiente, más placentera.


Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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