Presentan 160,000 mexicanos Enfermedad Tromboembólica
México, D. F., 28 de julio (Redacción Salud Mundo de Hoy).- En México, se presentan más de 160 mil casos de la Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETV) al año, según datos ofrecidos en el primer “Curso de Prevención y Cuidado de la Enfermedad Tromboembólica Venosa” que se llevó a cabo el día de ayer en el World Trade Center de la Ciudad de México.
En conferencia de prensa el doctor Luis Meillon, jefe del Servicio de Hematología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, indicó que la “Enfermedad Tromboembólica Venosa”, término que incluye a la trombosis venosa profunda y embolia pulmonar, ha sido subestimada, ya que en un estudio elaborado en 1996 (Bick RL. Hem Onc Clin North Am), demuestra que la incidencia de mortalidad de la patología triplica el porcentaje de fallecimientos por cáncer.
La enfermedad tromboembólica venosa se presenta cuando un coágulo o “trombo” se desarrolla en las venas, principalmente en las extremidades bajas –piernas-, la mayoría de las personas no presentan síntomas, por lo que se le considera una enfermedad silenciosa -semejante a la hipertensión arterial-, ya que puede llegar a ser mortal si el paciente no se atiende a tiempo.
La ETV se puede clasificar en cuatro grados: bajo, moderado, alto y muy alto, según su riesgo en la salud. El único síntoma que se puede detectar son calambres en la parte inferior de la pantorrilla.
Conforme el tiempo transcurre el trombo se empieza a hacer más grande, cerrando la circulación de la sangre de la vena afectada. En ocasiones el coágulo se desprende y viaja desde las piernas hasta el territorio de los vasos pulmonares, obstruyendo una arteria de los mismos, en ese momento es cuando se presenta la patología conocida como “embolia pulmonar”, que en la mayoría de los casos suele ser mortal.
De acuerdo a un estudio presentado por el doctor Meillon, realizado en el Hospital Siglo XXI, indicó que se habían elaborado autopsias por diez años -de 1996 a 2006-, donde se determinó que 15 por ciento de las mismas habían presentado embolia pulmonar, causa directa o indirecta de muerte en 90 por ciento de los casos y sólo 20 por ciento se habían diagnosticado en vida. Datos por demás preocupantes.
Debido a que esto revela que la población no identifica la enfermedad en sus primeras etapas, provocando que los daños en el organismo sean más severos y se detecte sólo cuando ya está en un estado muy avanzado, o en el peor de los casos cuando provoca la muerte del individuo.
Los especialistas indicaron que la realización de este curso es con el objetivo de proporcionar a la comunidad médica y a la población en general los factores de riesgo que desencadenan un cuadro de trombosis venosa profunda, para poder evitar que la enfermedad se desarrolle y provoque una embolia pulmonar, la cual puede acabar en forma negativa.
Entre los factores que provocan la ETV están; pasar de los 40 años –mientras más grande de edad se encuentre una persona, su propensión a sufrir el trastorno aumenta-; tener antecedentes de la patología en la familia –herencia-; haber estado en reposo por más de 72 horas, padecer de venas varicosas, tener edema –hinchazón-; úlcera o estásis venosa, obesidad, ser sometido a cirugía por más de dos horas, permanecer de pie o sentado por mucho tiempo, tener una vida sedentaria, cáncer en los últimos seis meses, alteraciones de la coagulación, hipotensión arterial –presión baja-, tomar anticonceptivos, viajar en avión o en automóvil más de cuatro horas, el último trimestre del embarazo y el primer mes después de tener al bebé, tener anemia o poliglobulia –los glóbulos rojos se ven afectados por parásitos, causando fatiga-, así como haber sufrido un traumatismo significante.
El doctor Asisclo Villagómez, jefe de Terapia Intensiva del Hospital Ángeles Clínica Londres y del Hospital Regional 1º de Octubre del ISSSTE, habló de todos los medicamentos que existen para combatir la ETV, los cuales son la heparina estándar, heparina de bajo peso molecular, anticoagulantes orales, inhibidores de trombina y trombólitico.
Los anticoagulantes al ingerirse dentro del cuerpo, inhiben el crecimiento del trombo, de esta manera se logra que el mismo deje de aumentar de tamaño y el organismo segregue una sustancia que logra disolverlo.
El tratamiento tiene una duración de tres a seis meses y no se recomienda a personas que tengan úlceras en el estomago porque puede provocar una hemorragia. En caso de ser muy necesario se dan dosis bajas de anticoagulantes para reducir el riesgo de trombos.
Los doctores recomiendan hacer una rutina diaria de ejercicios, evitar la obesidad y el sedentarismo, reducir el estrés por medio de yoga u otra actividad que sea de su preferencia, cambiar el estilo de vida ajetreado, si se encuentra sentado flexionar la rodilla cada media hora, diez veces, comer alimentos que contengan Omega 3 –pescado-, así como utilizar medias compresivas.
Los especialistas hicieron énfasis en que las personas deben tomar conciencia de su salud, haciéndose exámenes constantes de las enfermedades más frecuentes, así como conocer el historial médico de su familia. De esta manera se podrá saber a qué trastornos se encuentran más propensos y podrían tomar las medidas necesarias para prevenirlas, por ende, tendrían más oportunidad para diagnosticar a tiempo cualquier tipo de enfermedad crónica.
“Curso de Prevención y cuidado de la Enfermedad Tromboembólica Venosa”
Ante una gran comunidad de especialistas en la ETV provenientes de diversas partes del mundo, el doctor Samuel Z. Goldhaber, director del Grupo de Investigación de Tromoboembólia Venosa, impartió el taller magistral con gran éxito.
El curso celebrado ayer 27 de julio, contó con la presencia de mil 320 especialistas del mundo, donde se presentaron los avances para detectar, evitar y tratar la enfermedad.
Antes del taller, se ofreció una conferencia de prensa, misma que fue presidida por la distinguida doctora Judith Díaz Cupido, directora de Hospitales de Sanofi-aventis, empresa farmacéutica que ocupa el tercer lugar a nivel mundial y el número uno en Europa.
El magno foro fue patrocinado por los laboratorios Sanofi-Aventis y el Brigham and Women´s Hospital, perteneciente a Partners HealthCare (organización de investigación biomédica líder en los Estados Unidos).
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