Nuevo tratamiento para la leucemia
Oncologia.mx.- La pérdida de peso, sudoración por las noches, cansancio constante en personas mayores de 65 años pueden ser síntomas de leucemia linfocítica crónica, un tipo de cáncer de sangre que por sus características es silencioso, y por lo regular, quienes le padecen saben de ello hasta que en exámenes de sangre se detecta una producción excesiva de glóbulos blancos o linfocitos.
Esta variante de cáncer, explicó en entrevista, Roberto Villa Martínez, jefe de hematología y trasplante de médula ósea del hospital Ángeles Lomas, aqueja alrededor de 10 personas por cada 100 mil, y en mayores de 65 años, 20 por cada 100 mil habitantes. Típicamente crecen los ganglios linfáticos, también el bazo o el hígado y la medula ósea está infiltrada por las células linfocíticas dañadas.
Sobre sus orígenes, el especialista comentó que en este tipo de cánceres es difícil saber de qué forma se adquirió la enfermedad, aunque queda claro que no es hereditario sino adquirido durante el transcurso de vida debido a la exposición a radiaciones a sustancias tóxicas que puede pasar desapercibida o no la tomamos en cuenta como un factor de riesgo. Sin embargo, cuando han transcurrido seis o siete décadas de vida dichas exposiciones pueden provocar mutaciones y comenzar a hacer mella en los organismos.
En el caso de la leucemia linfocítica crónica, hay dos extremos, puede ser benigna, durar años, más de una década, y la persona permanece en condiciones favorables, aseguró el médico, quien señaló que también se puede comportar de manera agresiva y manifestarse en dos o dos años y medio con claros signos de gravedad. En el primer caso, no es tan necesario el uso de medicamentos mientras que en el segundo, si se requiere desde el inicio, afirmó.
Los linfomas
El hematólogo explicó que los linfomas son enfermedades malignas del sistema inmune, aunque en este caso en específico de la sangre, los cuales son derivados de mutaciones en los ganglios linfáticos. Dichas mutaciones, dependiendo de la zona del ganglio linfático en que se presente, determina qué tipo de linfoma ocurre.
Uno de los más severos, continuó Villa, es el de célula del manto, que afecta la zona del manto del ganglio y al mutar provoca que las células linfoides se vuelven malignas y se conviertan en cáncer. Estas se desarrollan en los ganglios, invaden el sistema linfático, la médula ósea y órganos como el hígado y el bazo.
Dicha variante del cáncer, comentó, es agresiva y puede afectar adultos jóvenes de entre 40 y 50 años, lo que significa que pone en riesgo la vida de la persona y merma su etapa productiva debido a que provoca un deterioro rápido y registra altos índices de mortalidad.
Nuevo tratamiento
El tratamiento tradicional para este tipo de cánceres era la quimioterapia y la inmunoterapia que permitían detener la enfermedad pero no lograban su desaparición. Hoy en día, hay un inhibidor de tirosina quinasa que actúa a nivel celular y pueden interrumpir el proceso de la enfermedad.
De acuerdo con Villa, los pacientes que toman este fármaco en lugar de quimioterapia presentan mejora en días y semanas además de mínimos efectos secundarios como caída de pelo, náuseas o malestares.
El mecanismo de acción de la nueva molécula, llamada ibrutinib, provoca que al bloquearse una proteína específica llamada quinasa de Bruton, cuya función es transmitir señales para que las células maduren y produzcan anticuerpos, se inhibe la acción de la enzima que el cáncer necesita para multiplicarse y diseminarse.
El fármaco fue aprobado en 2013 por la Administración Federal de Drogas de Estados Unidos, y en enero de 2015, por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios en México para personas con linfoma de células del manto con recaída y leucemia linfocítica crónica con recaída.
Para Villa, queda pendiente propiciar un diagnóstico más temprano de los pacientes, la accesibilidad a las nuevas moléculas en los servicios de salud públicos y continuar con la disociación de la palabra cáncer de la palabra muerte, pues los avances científicos han ayudado a disminuir las cifras de mortalidad por cáncer.