América Latina es la región del mundo, en países de ingreso medio-bajo, con la mejor respuesta y acceso al tratamiento antirretroviral, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y ONUSIDA, con un promedio de 51% de acceso, informó José Antonio Izazola, director del Centro Nacional para la Prevención y Control de VIH/Sida (CENSIDA).
En el marco del XII Congreso Nacional sobre VIH/SIDA y otras ITS, señaló que lo más importante es tener el acceso universal a tratamiento de estos pacientes como meta al 2015, sin embargo, enfatizó que el riesgo de infección aumenta cuando los jóvenes llegan a la edad reproductiva.
De acuerdo con métodos que valida la OMS, desde el inicio de la epidemia en México y hasta finales del año pasado hubo 225 mil personas con VIH, de los cuales 63% pertenece a hombres que tienen sexo con hombres; 22.3% mujeres heterosexuales; 6.6% clientes de trabajadores(as) sexuales; 2% hombres heterosexuales; 1.5% usuarios de drogas inyectadas y 1.5% personas privadas de la libertad.
Aseguró que en el caso de los hombres, el VIH/Sida tiene mayor prevalencia, sin embargo en las mujeres el inicio es en edades más tempranas, por ello es necesario aumentar las acciones de prevención.
Izazola Licea manifestó que de acuerdo con indicadores estadísticos, la mortalidad por Sida ha disminuido, al pasar de 4.2 a 3.5 por cien mil habitantes, debido a que en nuestro país el tratamiento es adecuado y efectivo y los diagnósticos son más precisos y tempranos, derivado de la universalización de la prueba de detección de VIH y de sífilis congénita.
Finalmente comentó que los principales objetivos de este congreso son enfocar las acciones hacia la prevención con énfasis en las poblaciones de mayor riesgo, como hombres que tienen sexo con hombres, hombres y mujeres trabajadores sexuales, transgénero, usuarios de drogas inyectables, así como sus parejas y sus hijos.
Subrayó que en esta tarea se debe buscar la participación activa de todos los sectores de la sociedad para encontrar una solución y crear conciencia también en quienes no viven con VIH/Sida por ejemplo, adolescentes y mujeres en situación de vulnerabilidad, así como fortalecer los esquemas de atención integrales no solamente en el área de salud sino en educación.
Y en el largo plazo agregó, lograr la reducción en los precios de medicamentos antirretrovirales y de insumos de prevención como condones.