El cáncer cutáneo puede ser fundamentalmente de tres tipos:
carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
CARCINOMA BASOCELULAR Y ESPINOCELULAR
La exposición solar acumulada es el factor de riesgo más
importante en el desarrollo del cáncer de piel no melanoma. Por este motivo,
las personas que por trabajo u ocio hayan estado expuestas al sol o que vivan
en zonas de intensa radiación solar, tienen una mayor predisposición a
presentarlo. Generalmente se presentan en la edad adulta y en zonas expuestas
al sol, siendo la cara la localización más frecuente.
En ocasiones, el cáncer de piel puede desarrollarse sobre
lesiones premalignas de larga evolución (queratomas actínicos).
su curación con un buen resultado estético.
MELANOMA
El melanoma es un tumor mucho más agresivo que los
anteriores, ya que su aparición sí puede acompañarse de mortalidad si no se
detecta y trata precozmente.
Puede presentarse a cualquier edad, incluso en la infancia,
sobre un lunar previo o sobre piel normal. La presencia de cambios bruscos en
el tamaño, color, forma, aparición de picor o sangrado sin traumatismo previo
sobre un lunar, son signos de alarma que pueden indicar su malignización.
Aunque la radiación solar, sobre todo las quemaduras en la
infancia, desempeña un papel importante en su aparición, es la predisposición
genética el factor de riesgo más importante. Por ello, deben vigilarse
especialmente aquellos pacientes que hayan tenido un melanoma o nevus
displásicos (lesiones premalignas) o que tengan familiares afectos de melanoma
o nevus displásicos.
¿En qué zonas de la piel se presenta?
Pueden aparecer en cualquier localización, incluso en zonas cubiertas,
cuero cabelludo o mucosas.
¿Existe algún tratamiento eficaz?
El único tratamiento curativo es la cirugía cuando se
realiza en los estadíos precoces de la enfermedad.
¿Cómo podemos prevenirlo?
La inspección periódica de la piel por un dermatólogo, es el
método más útil y seguro para su detección y tratamiento precoz.
Factores de riesgo
Personas de ojos claros, piel blanca y cabello rubio o
rojizo.
Historia de ocupaciones al aire libre y/o antecedentes de
exposición solar prolongada.
Antecedentes de frecuentes quemaduras solares en la infancia
y/o adolescencia.
Pacientes con múltiples nevus y antecedentes de nevus
displásicos y/o melanoma entre sus
familiares.
Pacientes que presentan daño solar intenso y/o múltiples
queratomas actínicos.
Señales de alarma
Lesión rojiza o costrosa de larga evolución cuyo tamaño va
aumentando progresivamente.
Herida o úlcera de larga evolución y causa desconocida.
Lesión pigmentada de reciente aparición.
Lesión pigmentada de larga evolución que presenta cambios progresivos
en el tamaño, color, forma, o asocia picor o sangrado espontáneo sin
traumatismo.
Prevención
¿Cómo podemos prevenir el cáncer de piel?
1.- Reduciendo la exposición solar, y utilizando
fotoprotectores y ropa protectora como gorros o gafas de sol.
2.- Realizando revisiones periódicas por un dermatólogo y
tratando las lesiones premalignas.
Tratamiento
Una exploración minuciosa y detallada del dermatólogo es
suficiente para realizar un diagnóstico precoz de lesiones premalignas y
consecuentemente indicar un tratamiento en función del tipo de lesión
(crioterapia, peelings medios o profundos). Además, el dermatólogo dispone de
aparatos como el dermatoscopio (microscopio de epiluminiscencia) que permiten
explorar los lunares obteniendo una información mayor que la que se tiene con
la sola inspección ocular. Actualmente existe un método moderno capaz de digitalizar
y guardar las imagénes de lunares obtenidas mediante microscopía de
epiluminiscencia.
