Un hipocondríaco
parte de la idea o la creencia de tener una enfermedad física o la posibilidad
de desarrollarla a partir de ciertos indicios físicos. Así lo definen
especialistas en psiquiatría del Hospital General Regional (HGR) No. 220 de
Estado de México Poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Se calcula que hasta el 16 por ciento de la
población mexicana presenta hipocondría en alguna etapa de la vida, siendo el
grupo poblacional más vulnerable el de mujeres y hombres entre 20 y 30 años de
edad. El área de psiquiatría del IMSS señala que debido a este trastorno, se
atienden diariamente en promedio tres o cuatro pacientes que presentan este
desorden.
La hipocondría, refieren los especialistas,
es una creencia en que síntomas físicos reales o imaginarios son signos de una
enfermedad grave a pesar de la certeza médica y otras evidencias que demuestran
lo contrario; los padecimientos más frecuentes que se asocian con ésta son la
fibromialgía (trastornos musculo-esqueléticos), infección de vías urinarias,
fiebre tifoidea (salmonelosis), hipotiroidismo o hipertiroidismo.
Es importante señalar que, los hipocondriacos
están preocupados la mayor parte del tiempo
por su salud física y tienen un miedo irreal de una enfermedad que es
desproporcionado para el riesgo real, no existe una causa específica del por
qué de la hipocondría, aunque se sabe que es un trastorno somatomorfo, es
decir, aquellos en donde los síntomas físicos sugieren algún padecimiento,
aunque no se explican en su totalidad ya sea por una enfermedad médica, abuso
de sustancias o por cualquier otro trastorno mental.
El trastorno dura en promedio seis meses y en
este periodo las personas afectadas pueden reconocer el temor excesivo,
irracional o infundado de tener una enfermedad grave, lo cual, en diversas
ocasiones puede traer como consecuencia un deterioro sociolaboral; el
pronóstico que se les da a estos pacientes está asociado a factores
estresantes.
Los especialistas del HGR 220, mencionan que
el tratamiento que se les brinda, es basado en terapia de grupo, donde se les
orienta acerca de cómo deben afrontar el trastorno; ahora bien si se padece
alguna de las enfermedades anteriormente mencionadas, entonces se les darán a
conocer una serie de indicaciones acerca de cómo deben afrontar su problema,
hay que recordar y tener siempre presente, que la familia juega una parte
fundamental en el desarrollo o deterioro de la enfermedad, ya que su apoyo es
esencial.
Con la ayuda indicada y la aceptación del
problema es que el paciente podrá iniciar un tratamiento y una pronta
recuperación que le ayudará a continuar con su vida cotidiana sin que afecte
los lazos familiares, sociales y laborales, por ello el IMSS pide a todas
aquellas personas que presenten algunas de las características anteriormente
mencionadas para que acudan con su Médico Familiar para realizar un chequeo y
de ser necesario canalizarlo con la ayuda del especialista.
De hacer caso omiso a los síntomas, las
complicaciones que pueden presentarse es el hecho de que puede pasarse por alto
una enfermedad real, debido a quejas anteriores infundadas, al igual que
complicaciones por pruebas invasivas para buscar la causa de los síntomas,
dependencia de analgésicos o sedantes, pérdida de tiempo en el trabajo debido a
las citas frecuentes con los médicos, etcétera.
Finalmente, los médicos del IMSS mencionan
que el mejor manejo de este padecimiento se da mediante la detección temprana y
oportuna, pues el paciente puede superarlo con mayor rapidez con la ayuda
indicada y la atención de los especialistas.