La depresión es una enfermedad que no siempre se acepta como tal, se piensa que sólo se está un poco triste o desanimado, sin embargo, los síntomas de la depresión se manifiestan de manera silenciosa. Es una enfermedad cada vez más común que afecta al cerebro y que representa la primera causa de consulta en los servicios de psiquiatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Síntomas como tristeza, insomnio, falta de energía, pérdida de interés, incremento o disminución considerable del apetito, fobias, ataques de pánico e ideas suicidas, son propios de la depresión y pueden llegar a incapacitar a la persona.
El Instituto brinda atención psicológica y psiquiátrica a personas que sufren esta enfermedad.
Sobre las causas que originan este padecimiento un factor importante es el genético. Al tener un familiar en primer grado (papá, mamá, hermanos) con depresión, el riesgo a padecerla es mayor que en cualquier otra persona.
Otro factor es el precipitante, considerado como una depresión transitoria, causada por la pérdida de un ser querido, una desilusión amorosa, una mala situación laboral o financiera, etcétera.
También se considera como causa importante de la depresión el factor psicológico, el cual, se relaciona con las experiencias acumuladas de una persona desde su nacimiento. Ciertos acontecimientos en la vida pueden fortalecer o hacer vulnerable a la persona en su vida adulta y condicionarla a experimentar mayores dificultades al intentar sobreponerse a problemas o situaciones cotidianas.
Un desequilibrio en las substancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores como la serotonina o la dopamina, también pueden desencadenar trastornos depresivos.
Seis meses en promedio suele durar una depresión leve, no obstante, si ésta se diagnostica como %u201Csevera%u201D y dura más de tres meses, se debe considerar un tratamiento psiquiátrico que incluya el uso de medicamentos antidepresivos.
Cuando la depresión tiene un curso agudo o súbito el paciente experimenta un desequilibrio en el estado de ánimo mostrándose irritable, inapetente, desconcentrado o con sentimientos de culpabilidad. Ésto le genera dolor de cabeza, estómago, hormigueo en el brazo, colon irritable y gastritis, una de las complicaciones más graves es la pérdida de interés por la vida.
Una vez diagnosticada la depresión es necesario iniciar de inmediato un tratamiento psiquiátrico para evitar complicaciones como depresión crónica, psicosis o suicidios, además de hacerle ver al paciente que necesita ayuda y mantener una estrecha comunicación familiar.
