Entre 70 y 85 por ciento de portadores desarrolla enfermedades mortales como cirrosis y cáncer de hígado
Altos gastos de tratamiento atentan contra desarrollo humano de las familias
La Hepatitis C es una enfermedad doblemente silenciosa para los mexicanos porque, a pesar del alto índice de prevalencia, la sociedad en general conoce poco de este padecimiento y no existen políticas que reconozcan y atiendan de forma universal este problema de salud pública.
En México existen alrededor de 1 millón 700 mil personas en riesgo de adquirir el virus de la Hepatitis C, de acuerdo con datos oficiales reportados por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Este cálculo se basa en la estimación de prevalencia de la enfermedad, entre el 1.4 y 1.5 por ciento, y en datos del Conteo Nacional de Población y Vivienda 2005 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La Hepatitis C es un padecimiento que puede estar presente en el cuerpo de las personas sin manifestar síntomas durante largo tiempo (10 a 15 años), hasta que deriva en enfermedades graves como cirrosis y/o cáncer de hígado.
La cirrosis, cabe mencionar, es la tercera causa de muerte entre los hombres y la séptima en mujeres en México, de acuerdo con datos reportados por el INEGI.
A pesar de esto, en México sólo las personas derechohabientes a esquemas de salud como el IMSS, el ISSSTE, Pemex, Sedena o aquellos que tienen posibilidades de pagar servicios privados tienen acceso al tratamiento. Esto significa que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, el 48 por ciento de la población (alrededor de 50 millones de personas) está en riesgo de sufrir afectaciones en su calidad de vida provocadas por el costo que implica el tratamiento para la Hepatitis C, aspecto que llevaría hasta 1 millón 700 mil familias mexicanos a padecer pobreza patrimonial y de esta manera afectar su desarrollo humano.
Estimaciones fármacoeconómicas muestran que el gasto total por intervención a pacientes con esta enfermedad es cercano a 160 mil pesos. Para los casos de los pacientes cuya detección y tratamiento fueron oportunos, se ha demostrado una respuesta positiva de hasta 80por ciento.
Sin embargo, para aquellos casos en que la intervención ocurre cuando el paciente requiere trasplante de hígado, el gasto se dispara hasta casi 600 mil pesos, por lo que en términos de costo efectividad, tanto para las instituciones de salud como para pacientes y familiares, resulta más eficiente la detección y tratamiento oportunos.
De acuerdo con Gerardo Villavicencio, miembro del movimiento Voces Frente a la Hepatitis C, %u201Cla brecha de los mexicanos en términos de acceso a tratamiento contra la Hepatitis C representa una oportunidad para que las autoridades y sociedad civil diseñen una política pública que impacte de manera positiva al desarrollo humano de más de 1 millón y medio de familias%u201D.
%u201CUna alternativa de bajo costo y máximo beneficio sería impulsar la inclusión de este padecimiento dentro del Seguro Popular e implementar una campaña de información y detección de la Hepatitis C que permita reducir los niveles de infección e incrementar las expectativas de salud y vida de las personas afectadas%u201D.
