A veces los malestares más comunes se vuelven parte de la forma de vida del ser humano; sin embargo, esto debe remediarse porque indica que nuestro cuerpo no está trabajando en buenas condiciones.
Un claro ejemplo está en un simple dolor de muelas, porque el padecerlo habla de que somos descuidados en nuestra persona, así estemos muy presentables por fuera, pues la falta de higiene bucal puede propiciar otros trastornos en nuestro cuerpo.
Lo más importante de todo es el cepillado dental tres veces al día tal y como los dentistas aconsejan, pero si se tiene alguna afectación por mal aliento (sea cual sea el origen) se sugiere hacerlo cinco veces al día, acompañando el cepillado con un enjuague bucal y el uso del hilo dental.
De acuerdo con los estudios, después de la comida es indispensable lavar los dientes, pues es cuando las bacterias tienen mayor posibilidad de actuar en nuestra boca, pues dejar pasar tan sólo 30 minutos propicia que el ácido de la boca le dé mayor vigor a las bacterias y que éstas se alojen en nuestros piezas dentales, sobre todo entre cada diente o muela, dando origen al sarro y, por ende, al mal aliento (halitosis).
Y es que a veces despreocupadamente, luego de probar todo un menú, dejamos sin lavar nuestra boca y con el paso del tiempo se van guardando bacterias que pueden provocar desde el mal aliento hasta enfermedades severas en las encías y la consecuente pérdida de piezas dentales.
No obstante, una señal de que algo no anda bien dentro de nuestra zona bucal es cuando nuestras muelas, los personajes principales de la boca, presentan dolor, pues ante ello ya el remedio es menor, porque puede tratarse de una caries relativamente ligera o ya el caso de una pérdida total, por lo cual se tendría que requerir de una extracción.
El padecer de dolor molar puede incluso hablar, según la medicina alternativa, de alguna lesión en la columna o el estómago, pero cabría ahondar posteriormente en ello, pues el propósito de esta información es tomar en cuenta que ya presentando caries en los molares, ésta puede perjudicar el nervio y como consecuencia propiciar mayores problemas de salud en las encías.
Así que aunque se piense que las muelas no se ven al esbozar una sonrisa, sí se nota cuando nuestra salud no está bien al padecer de un dolor de muelas.
