Casi 3 millones de derechohabientes son atendidos por causa de traumatismos ocasionados por accidentes en la vía pública
Para ello, la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes del Instituto es la única en el país y Latinoamérica que aplica este tipo de tratamiento, donde se corrigen ciertas fracturas mandibulares, las más frecuentes en este servicio, así como de la órbita ocular.
El doctor Ricardo Cienfuegos Monroy, encargado del Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva, señaló que esta unidad médica recibe un promedio mensual de 25 pacientes con diversas fracturas en cara, y 60 más al año por lesiones en el cóndilo mandibular (parte que permite el movimiento de la boca para cerrar y abrir). El 70 por ciento de estos casos sucede por accidentes automovilísticos y atropellamientos.
En dicha UMAE, dijo Cienfuegos Monroy, se brinda atención de multiespecialidad, en la que intervienen varios especialistas, como cirujanos generales, plásticos, maxilofaciales, ortopedistas y neurocirujanos, entre otros. Destacó que este tipo de atención se emplea más en pacientes politraumatizados, debido a que el número de lesiones es mayor.
El especialista dijo que el procedimiento de mínima invasión, o endoscópico, así como el uso de injertos de hueso, permiten una reconstrucción del esqueleto facial funcional y estético.
La cirugía con endoscopia se practica sólo en fracturas de los cóndilos de la mandíbula, debido a que están en zonas poco accesibles y peligrosas; para tratarlas es necesario pasar cerca del nervio facial. Esta técnica de mínima invasión, también utilizada en la cirugía de órbita ocular, permite arribar a la lesión desde la boca, lo que coadyuva a disminuir los riesgos.
Otro tratamiento requiere la fijación intermaxilar mediante bracketts que se fijan a los dientes y ligas, para mantener cerrada la boca del paciente y así resolver las fracturas.
Abundó el especialista que en caso de lesiones en el esqueleto, se emplea una técnica conocida como osteosíntesis. El uso de placas y tornillos o clavos sirve para colocar los huesos fracturados en su posición original, mantenerlos inmóviles y esperar a que tengan un proceso de cicatrización que le restituya al paciente la función y, en lo posible, el aspecto que tenían previo al accidente.