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El Hospital Infantil de México cambia al 100

La intoxicación por este elemento puede provocar debilidad, irritabilidad, temblores, alteraciones en la visión y/o audición, dolores de cabeza, problemas de memoria y nerviosismo, entre otros.
 
El Hospital Infantil de México “Federico Gómez” (HIMFG) sustituyó al 100% los termómetros de mercurio por los digitales, con el objetivo de salvaguardar la salud de los pacientes y personal que labora en esta institución, así como disminuir los riesgos ambientales. Este tipo de medidas se orientan a constituirse como la primera institución médica Libre de Mercurio, informó su Director General José Ignacio Santos Preciado, al inaugurar la Conferencia Internacional sobre Sustitución y Reducción del uso de Mercurio en los Hospitales.


Recordó que desde el año pasado este Hospital junto con el Instituto Nacional de Pediatría participan en el Proyecto piloto de Sustitución y Eliminación de Mercurio que promueve el Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (CAATA), por lo que se llevan a cabo acciones orientadas a sustituir o reducir el uso de este elemento.


Santos Preciado puntualizó que los hospitales constituyen una de las principales fuentes de emisión de este metal a través de los incineradores de residuos, por accidentes, falta de mantenimiento a equipo de diagnóstico que funciona a través de mercurio como termómetros, dilatadores, esofágicos, tendiómetros, esfingomanómetros y amalgamas dentales, entre otros.


Detalló que el HIMFG ha realizado varias acciones para identificar todos los usos y fuentes de mercurio en dicha institución; por lo que se implementó una “política de compras libre de mercurio”; y un Programa de Segregación para los Residuos de Mercurio.
 
Comentó que una de las políticas del hospital es que mientras se pone en práctica el reemplazo de los instrumentos que contienen mercurio, se procura una disposición adecuada que evite la incineración de dichos residuos.


Señaló que además de la sustitución de los termómetros, ya se trabaja en el área de odontología para reemplazarlo en las amalgamas por otro tipo de material.


Datos de la Organización Mundial de la Salud indican que el mercurio es un metal altamente tóxico, se va depositando en diferentes órganos y tejidos del cuerpo en humanos y animales. Afecta el sistema nervioso, digestivo, respiratorio e inmunitario, riñones, pulmones, hígado y cerebro.


Alrededor del 80% del vapor de mercurio inhalado pasa a la sangre a través de los pulmones, también puede entrar por contacto con la piel o ingerido en alimentos contaminados, principalmente pescados y mariscos.


A pesar de que los síntomas no se presentan de forma inmediata, la exposición continua o crónica puede provocar debilidad, irritabilidad, temblores, alteraciones en la visión y/o audición, dolores de cabeza, problemas de memoria y nerviosismo, parálisis, insomnio, inestabilidad emocional, deficiencia del crecimiento durante el desarrollo fetal, problemas de concentración y retraso en el desarrollo durante la infancia.


Finalmente, Santos Preciado recomendó a la población que en caso de que se rompa un termómetro de mercurio en casa, los restos no deben manejarse con la mano, sino recogerlos con una copita de papel y colocarlos en una botella con rosca para ser depositados en la basura y evitar así la contaminación al medio ambiente. Hasta el momento no hay un programa de contenedores en el mundo para esta sustancia, sin embargo, se cree que el Programa de Disposición de baterías podría ser la opción

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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