México D. F.- Las cosas más simples y más sencillas, pero útiles, suelen ser las que más fácilmente se olvidan; para ejemplo, basta un botón. Se sabe que las manos son el vehículo más frecuente de transmisión de infecciones en los seres humanos, ya que en ellas pueden alojarse una gran cantidad de bacterias, virus y parásitos, principales causantes de infecciones respiratorias e intestinales.
Sin embargo, la mayoría de las personas parece no estar consciente de la necesidad de lavarse las manos, bien porque desconoce los riesgos para la salud que implica el no hacerlo o porque los minimiza. Pero se estima que el lavado de manos reduce en más del 50 por ciento el riesgo de contagio de varias enfermedades.
Así lo expresó el director general adjunto de Emergencias en Salud, del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CENAVECE), Miguel Betancourt Cravioto, quien señaló que una de las medidas primordiales para evitar que se contaminen los alimentos es prepararlos con las manos bien aseadas.
Betancourt Cravioto resaltó la importancia de fomentar esta medida higiénica entre los niños y asegurarse que la practiquen antes de comer y después de ir al baño; en el caso de los bebés, las mamás necesitan poner especial cuidado, sobre todo si ya gatean.
Se recomienda lavarse las manos:
Antes de preparar o manipular cualquier alimento
- Antes de comer
- Después de ir al baño
- Cada vez que baja de un transporte público
- Después de jugar con las mascotas
- Después de cambiar pañales a un bebé
- Después de manipular o tocar cualquier objeto que guarda relación con sangre, orina, saliva y heces fecales
La forma idónea de lavarse las manos es la siguiente:
- Mojar las manos con agua y jabón
- Frotar las manos con bastante fuerza, incluyendo debajo de las uñas y los espacios entre los dedos
- Enjuagar las manos con agua corriente y secar, empleando toallas individuales o desechables o un dispositivo con aire caliente
