México, D. F., 26 de diciembre (Redacción Salud Mundo de Hoy).- El staphylococcus aureus es una bacteria muy resistente a los antibióticos. Por lo general, se aloja en la nariz de los pacientes y es responsable de muchas de las infecciones postoperatorias en los hospitales de todo el mundo.
La variante del staphylococcus aureus resistente a la metacilina (MRSA, por sus siglas en inglés) es especialmente resistente, por lo que investigadores de la Universidad de Londres se dieron a la tarea de desarrollar un nuevo antibiótico capaz de eliminar a la bacteria, al que han llamado HT61.
De acuerdo con los expertos, las infecciones bacterianas se componen de dos tipos de estos organismos: las comunes, que pueden tratarse con antibióticos, y las resistentes a ellos. Las bacterias resistentes logran dicha cualidad debido al uso indiscriminado de antibióticos por parte de los pacientes.
El HT61 es un compuesto en forma crema que se aplica en las fosas nasales para eliminar locamente a la bacteria. Hasta el momento, ha ofrecido muy buenos resultados en las pruebas con animales y se planea probarlo con 60 personas en el 2007. Se espera que el producto pueda comercializarse en cinco años más.
Anthony Coates, profesor de microbiología médica en la St. George’s Medical Schol y líder de la investigación, señaló que el HT61 ha demostrado ser “muy potente” contra la SARM.
Para Clive Page, profesor de farmacología del King’s College, el estudio facilitará el surgimiento de fármacos contra las bacterias resistentes, "podría ayudarnos a ofrecer una combinación de medicamentos: uno contra la bacteria débil y otro contra la forma resistente. Si uno mezcla, por ejemplo, la penicilina, con este compuesto, podría dar un tratamiento que dure uno o dos días, en lugar de los cinco a siete días actuales", explicó.
El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM es una bacteria que se ha vuelto resistente a varios antibióticos, primero a la penicilina en 1947, y luego a la meticilina. Fue descubierto en el Reino Unido en 1961 y actualmente está muy propagado.
Una infección por SARM en un individuo sano generalmente no es grave, pero este microbio puede amenazar la vida de pacientes con heridas profundas, catéteres intravenosos u otros instrumentos, o bien una infección secundaria en pacientes con un sistema inmunitario debilitado.
El SARM produce sobre todo infecciones intrahospitalarias. Su manifestación más grave es la neumonía intrahospitalaria, enfermedad que puede ser mortal y que se contrae a través de la inserción de un tubo ventilador en el cuerpo del paciente. Fármacos, como la vancomicina y el linezolid, que ayudan a combatir la infección.
