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La endometriosis puede incapacitar a la mujer física, reproductiva y psicológicamente

Por Yazmín Vargas

México, D.F., 22 de agosto (Salud Mundo de Hoy).- Al escuchar a una mujer quejarse por dolores de espalda, pelvis y cabeza, sangrado abundante, inflamación y calambres en la menstruación se piensa que es normal y que se quitará con pastillas, té o fomentos de agua caliente sobre el vientre, pero desgraciadamente éstos pueden ser algunos síntomas de endometriosis, una enfermedad, que a la larga puede tener serias complicaciones, siendo la tercer causa de hospitalización ginecológica. 

La infertilidad se asocia directamente a este problema, al grado que 68 por ciento de las mujeres diagnosticadas se enteraron de su mal al ser estudiadas por su incapacidad para embarazarse, pero cabe recalcar que no todas las pacientes con endometriosis son estériles. Se estima que esta enfermedad afecta a una de cada 15 personas en edad reproductiva, pero a la fecha no se cuenta con un número real.

Para difundir información sobre esta enfermedad subestimada en nuestro país, la Fundación AstraZeneca y el Centro Médico de Reproducción Asistida de México (RAM) organizaron el “Primer Taller de Introducción a la Endometriosis”, donde transcendió que este trastorno toma su nombre del endometrio, revestimiento interno del útero, que se desprende en cada ciclo menstrual y sale del cuerpo a través del sangrado.

La endometriosis, explicó la doctora Edith Cervantes Guerrero, subespecialista en Biología de la Reproducción  en el  RAM, se presenta cuando las células del endometrio no se desechan del cuerpo y se extienden e implantan en otros órganos, “por gravedad se espera que la menstruación vaya hacia abajo, pero puede dirigirse también hacia las trompas, implantándose en otros sitios, ya que estas células tienen la capacidad de sembrarse”.
 
De manera más frecuente las células viajan a los ovarios, en 13 por ciento; al fondo de saco posterior, en 67 por ciento; a los ligamentos en útero sacros, en 36 por ciento; a la cara posterior del útero, en 37 por ciento; al repliegue vésico-uterino, en 3 por ciento; al útero, 3 por ciento y a las trompas, en 2 por ciento, pero también se registra en lugares no genitales como músculos, pleura, cerebro y globos oculares, entre otros.

Esto provoca hemorragias internas, inflamación, degeneración sanguínea y formación de tejido cicatrical, dependiendo del sitio, puede además ocasionar obstrucción intestinal, alteración en el funcionamiento de la vejiga, lo cual causa disminorrea, (dolor antes y durante la menstruación), dispareunia (dolor agudo durante o después del acto sexual) e hiperpolimenorrea (hemorragias), además de movimientos intestinales dolorosos, diarrea o estreñimiento, dolor de cabeza y cintura, evacuaciones dolorosas y dolor al orinar, todo ello y más, relacionado con la menstruación.

La doctora  egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México; con internado Médico de Pre-grado en el Hospital General de Zona 8, en Ensenada, Baja California, subrayó que “no todas las mujeres presentan síntomas físicos”, además de que el desarrollo de la enfermedad no guarda relación directa con las molestias, “porque hay casos en que el padecimiento es avanzado y no produce dolores, pero en otras, los síntomas se vuelven incapacitantes ante las tareas cotidianas, llegando a afectar también su vida de pareja, ya que las relaciones sexuales son muy dolorosas”.

Explicó que hay varios factores que propician esta enfermedad producida por la “menstruación retrógrada”, la cual se manifiesta cuando los fragmentos de endometrio son transportados a través de las trompas de Falopio durante la menstruación, y se implantan el en peritoneo.

En este aspecto, son factores de riesgo el uso del dispositivo intrauterino, posponer el embarazo, presentar dificultad en la salida de la menstruación y malformaciones müllerianas.

Se cree que la implantación del tejido endometrial, también, se relaciona con intervenciones quirúrgicas, éstas se conocen sobre todo en cesáreas, histerotomías, partos, cicatrices abdominales y perineales, entre otras.

Los factores genéticos son recurrentes, ya que es común que este padecimiento se presente entre madre, hijas y hermanas. De hecho, “se sabe que aquellas mujeres con un familiar de primer grado afectada, presentan un riesgo 10 veces mayor que la población en general”.
    
La enfermedad se clasifica en interna (adenomiosis) y se presenta en zonas de tejido endometrial y, externa lo que refiere a la localización de focos de endometrio, sobre el peritoneo, órganos pélvicos o en cualquier sitio fuera del útero.

Al mismo tiempo este mal crónico, como muchos otros se agrava con el paso del tiempo y su desarrollo se manifiestas como mínimo, leve, moderado y severo. En este caso cabe subrayar que la endometriosis no es causal de cáncer y no tiene la capacidad de llevarnos a la muerte.

La endometriosis se origina también tras alteraciones del sistema inmunológico, además de que desarrolla anticuerpos y tiene la capacidad de proliferar, es por ello que combatirla se vuelve una verdadera guerra física, médica y psicológica.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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