La pérdida del cabello puede provocar problemas psicológicos
Hay áreas del cuerpo que a nuestras parejas les parecen sensuales, así como la ropa que utilizamos, inclusive hasta el modo de sonreír o hablar forman parte de ese “encanto”.
Lo mismo sucede con el cabello, mientras más abundante y bien cuidado es más seductor, pero cuando algunos de los dos (hombre o mujer) comienza a perder el cabello, se vuelve un conflicto para quien lo padece y un punto negativo para la autoestima.
Muchas veces la sociedad marca pautas de belleza y una de tantas es la referente al cabello, por lo que cuando una persona comienza a presentar pérdida de cabello puede entrar en un cuadro depresivo.
La alopecia, como se le conoce médicamente, puede deberse a diversos factores, entre ellos los de carácter hereditario, por nerviosismo exacerbado, quemaduras, envejecimiento o por alguna enfermedad, aunque hay quienes atribuyen la pérdida de cabello a la mala circulación, caspa o a la deficiencia de vitaminas, pero no está comprobado.
Tanto mujeres como hombres son candidatos a padecer alopecia, pero las estadísticas demuestran que el mayor porcentaje se da en el género masculino, aunque por ello, la mujer no se salva, sólo que en nosotras el tipo de alopecia es menos severa, pues la pérdida sólo se da en la parte lateral de la cabeza o en la coronilla, a diferencia de los hombres, que pueden llegar a tener pérdida total.
Se sabe que la ingesta excesiva de vitamina A o de medicamentos tomados ante un cuadro de fiebre alta también se asocia con la pérdida de cabello.
También está la cicatrizal, que luego de haber sufrido lesiones en la cabeza se quedan marcas en las que nunca vuelve a nacer cabello, también figuran infecciones de piel por bacterias u hongos, por quemaduras, cáncer de piel e incluso lupus.
Algunos tipos de alopecia pudiesen tener remedio si no se trata de algo crónico, pero otros sólo conllevan a la pérdida total, aunque existen alternativas para suplantar la carencia de cabello, como lo es el trasplante, donde se retiran porciones pequeñas de cuero cabelludo con cabello y se injertan en las zonas que requieren ser cubiertas.
La expansión tisular, que consiste en colocar un dispositivo bajo el cuero cabelludo con cabello que esté cerca de la parte que no tenga, con el fin de que se genere nueva piel con células que luego de algunas semanas se retira por medio de una intervención quirúrgica y se coloca el injerto recién generado en la parte que necesita de cabello.
De igual modo, hay la posibilidad de la reducción del cuero cabelludo, con el cual sólo se cubren áreas calvas de la parte superior de la cabeza, por medio de una operación, en la cual se quita el cuero cabelludo sin cabello y se extiende la piel que sí tiene con el fin de cubrir donde hace falta.
Aunque hay técnicas más complejas y mucho más costosas, con la finalidad de cubrir la zona que requiere de más cabello. Muchos médicos recomiendan aceptar la pérdida de cabello para que no tenga consecuencias psicológicas posteriores que afecten la autoestima, pues todas las alternativas que pueda comentar el especialista sólo serán para cubrir las zonas afectadas, pues el cabello seguirá cayéndose y, si se deciden por cirugías, los riesgos de infecciones pueden echar por la borda el esfuerzo realizado hasta el momento con el fin de tener cabello.