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Hepatitis, una enfermedad a veces silenciosa

Por Ady Corona

México, D. F., 31 de julio (Mundo de Hoy).- Ella llegaba muy temprano todos los días para que pudiéramos ingerir algo en el comedor del trabajo. Era una mujer sonriente y muy dispuesta a ganarse el lugar que la anterior cocinera había dejado por irse a vivir a otro estado de la república.

Ofelia llegaba a las 6:00 de la mañana y se iba cerca de las 20:00 horas, en realidad una jornada muy pesada, de lunes a viernes.

Todo iba bien hasta que un día manifestó que sentía punzadas a la altura del estómago pero del lado derecho. Pasaron los días y le dio una infección en la garganta que no se podía mitigar con nada; trataba de seguir sonriendo a quienes bajábamos a comer, pero el gesto de dolor no se podía ocultar más, hasta que al siguiente día no se presentó a trabajar.

Pasaron tres semanas y regresó con la voz débil, muestra de cansancio y hasta pálida. Nos contó lo que le sucedió: todo se diagnosticó cuando sufrió una caída que lesionó a una de sus rodillas. Fue con el doctor para que le curara la raspada de su caída, el galeno le dijo que no se iba a ir porque debía quedarse internada, ya que presentaba inflamación severa del hígado.

De acuerdo con los análisis, Ofelia tenía todos los síntomas de una infección en el hígado, supuestamente porque se alojó una bacteria que venía en algún alimento que  consumió. Esa bacteria era lo que le causaba la fiebre, la infección en la garganta, los dolores en "el estómago" y hasta la caída, porque le produjo debilidad.

A pesar de los extremos cuidados que su familia le tuvo, fue a trabajar pero siguió con el malestar, sólo que esta vez ya la piel y los ojos tenían un color amarillento…

Este es sólo un ejemplo de las distintas maneras en que el virus de la hepatitis se puede desarrollar, sea del tipo A, B o C, porque todos ellos son contagiosos.

La hepatitis A es la forma más común de alteración en el hígado que se contagia por heces de personas que estén infectadas, las cuales pueden estar en alimentos como los mariscos contaminados y hasta en la leche, así como en objetos que comúnmente tocamos.

No obstante, muchas veces la persona afectada no se sabe enferma y es cuando mayores contagios ocasionan, variando los periodos de incubación del virus que pueden ir de 15 días a mes y medio.

 También encontramos la hepatitis B, la cual desencadena mayores síntomas y hasta una enfermedad hepática crónica  hasta llegar a un trasplante de órgano. Ésta puede ser contagiada a través de fluidos corporales (lágrimas, saliva, secreciones vaginales y semen, entre otras), por transfusiones de sangre contaminada o en el caso de compartir agujas con el virus (es el caso de la gente adicta a las drogas), incluso un bebé se puede contagiar cuando su madre está infectada.

El tiempo de desarrollo de la enfermedad es de uno a cinco meses, tiempo requerido para que el virus actúe dentro del organismo.

Y por último, se puede hablar de la hepatitis C, la más peligrosa empezando por el tiempo que necesita para desarrollarse, que es de dos a 26 semanas, así como por la gama de enfermedades que ocasiona que puede ser desde los síntomas ya señalados líneas arriba hasta una enfermedad hepática crónica que puede incluso terminar en cáncer de hígado, lo que puede causar la muerte.

Como se puede ver, la hepatitis es una enfermedad muy seria, pues por simples actos de antihigiene se puede portar el virus y autocontagiarnos así como a los que están a nuestro alrededor; conforme progresa se pueden ir detectando síntomas que van desde la pigmentación de la piel y la esclerótica (lo blanco del ojo) hasta mal aliento, sabor amargo y la defecación puede carecer de color (hacerse blanca) pero no así la orina, que puede colorarse oscura.

Por lo tanto, hay que cuidar los hábitos de higiene, lavarse las manos, evitar en lo posible acudir a sanitarios públicos, así como nadar en albercas con aguas de baja calidad. Asimismo, los especialistas comentan que los mariscos pueden  una fuente de contagio porque muchos de ellos proceden de aguas residuales o contaminadas.

Sólo la hepatitis A cuenta con una vacuna, principalmente recomendada para personas con actividades de riesgo como: a quienes practiquen la promiscuidad, quienes viajan constantemente, que tengan alteraciones del hígado, así como quienes tienen labores de riesgo, es decir, que se desenvuelta en medio de mucha gente.

Recuerden en caso de Ofelia, ella era cocinera. Nunca supo lo que tenía. La dejamos de ver porque cambiaron a la administración del comedor. Sin embargo, por el hecho de ya querer ir a trabajar puso en riesgo tanto su salud como la de quienes estábamos en contacto con ella.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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