¿Alguna vez has pensado que si todo y todos cambiaran tu vida sería perfecta? ¿Que si las cosas fueran diferentes, serías más feliz? Es probable que sí. Los seres humanos tendemos a pensar que cuando algo o alguien está mal o no encaja dentro de nuestros ideales, es automáticamente responsabilidad de algún factor externo. Sin embargo, las cosas no son así. Los demás no son necesariamente los que tienen que cambiar. Si deseamos transformar algo en nuestra vida, tenemos que empezar con nosotros mismos. Es necesario ver hacia dentro y entablar una relación y actitud positiva con nuestra propia persona para así desarrollarnos sanamente con el resto del mundo.
La Fundación Dove para la Autoestima quiere hablarte de lo que es la Autocompasión y de cómo ésta podría ayudarte a tener una vida más plena.
La autocompasión, se define como una actitud emocional positiva hacia uno mismo que debe protegerte de las consecuencias negativas de la autocrítica, el aislamiento y los juicios destructivos a uno mismo.
La autocompasión consiste en estar en contacto con tu propio dolor, no evitarlo ni tratar de desconectarte de él, sino por el contrario, tratar de sanarte con empatía y cariño. Cuando experimentamos sufrimiento, nos acercamos a él y entendemos que es parte de la vida; este es el primer paso para liberarlo, SENTIR. Hay que entender que el dolor es parte de la vida, y si lo escuchamos, nos permite darnos un momento para estar con nosotros mismos.
Hoy en día la psicología humanista empieza a incluir en su trabajo algunas técnicas que las culturas orientales llevan años cosechando. A pesar de que el mundo occidental trabaja más con la razón que con el corazón, el equilibrar ambas visiones es lo que nos puede ayudar a sobrellevar de una mejor manera las dificultades de la vida.
En la actualidad estamos acostumbrados a no detenernos ni un momento a escuchar nuestra voz interna, lo que nos dice, y lo que nos pide. ¿Qué pasaría si la próxima vez que sientas dolor, te detienes, te escuchas y te tratas con autocompasión?
Algunas recomendaciones que te ofrecemos son:
· Se comprensivo contigo mismo en situaciones de fracaso y dolor, en lugar de criticarte.
· Date cuenta que no estás solo o aislado, sino que te encuentras interrelacionado con los demás al compartir las mismas penas y alegrías.
· Mantente alerta de sentimientos y pensamientos angustiosos, sin que te consuman.
· No seas tan severo contigo mismo.
· No juzgues tu dolor, tus fracasos y errores. Recuerda que todos somos dignos de compasión. El ofrecernos autocompasión ayuda a que tengamos la seguridad emocional para vernos con mayor claridad y querernos más.
· Recuerda siempre tener en cuenta un rango de error en tus planes, no te obsesiones con el perfeccionismo.
Te invitamos a trabajar la autocompasión y de cambiar ese diálogo interno que puede ayudarnos a sentirnos mejor. Recuerda: no hay juez más riguroso que uno mismo.
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