Carlitos, con tan sólo cinco años de edad es un niño con sobrepeso, por lo que se la pasa aislado de sus compañeros durante su estancia en la escuela, ello lo obliga a refugiarse en la comida y llevar un estilo de vida sedentario.
El caso de Carlitos es uno de tantos que se presentan en el país, pero de acuerdo con un informe de la Secretaria de Salud (SSa) lo que preocupa es que se estima que 90 por ciento de los casos de diabetes mellitus tipo 2 son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.
Dada esta problemática, que afecta a gran parte del orbe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promovió la Estrategia Mundial sobre Alimentación Saludable, Actividad Física y Salud para la prevención de enfermedades crónicas, a la cual México se adhirió con el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria en 2010.
El documento fue analizado por diversas instituciones como las secretarias de Salud, Educación Pública (SEP), el Colegio Mexicano de Nutriólogos, así como sociedad civil, empresas y académicos durante el XIV Congreso de Investigación en Salud Pública, realizado a principios de mes.
El doctor Salvador Villalpando Hernández, director del Investigación en Políticas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS), perteneciente al Instituto Nacional de Salud Pública, comentó que %u201Clos niños en educación preescolar y primaria pasan de cuatro a cinco horas en las aulas, el cual es un periodo donde los estudiantes deberían ingerir demasiada comida, sino sólo una colación muy ligera%u201D.
Durante el periodo escolar, los niños tiene una alta disponibilidad de alimentos con mayor contenido calórico, como son frituras, refrescos, jugos azucarados, dulces, entre otros, lo cual se traduce en una ingesta de hasta 560 kilocalorías durante su estancia escolar, lo que representa una tercera parte de las necesidades energéticas del día.
Villalpando Hernández comentó que para disminuir el riesgo de obesidad es necesario llevar una dieta rica en fibra proveniente de alimentos naturales como frutas y verduras, las cueles tiene poca disponibilidad entre los niños.
Otro de los factores para reducir el riesgo de sobrepeso es crear un ambiente saludable tanto en el hogar como en las escuelas para que en un futuro los niños puedan adoptar un estilo de vida sano y elegir alimentos nutritivos, %u201Ccomo sociedad nuestra obligación es proteger a la salud de los niños no sólo para evitar daños a largo plazo, sino para educarlos en hábitos alimenticios saludables%u201D concluyó el director del CINyS.
Entre los objetivos prioritarios para reducir la obesidad y el sobrepeso, la SSa planteó 10 propuestas de las que destacan la actividad física en los entornos escolares, laborales y comunitarios, disponibilidad de agua potable y a su vez disminuir el consumo de azúcar y grasas en bebidas, fomentar y facilitar el consumo de frutas, verduras y cereales con un alto contenido en fibra y disminuir el consumo de azúcar, sal y edulcorantes calóricos.
Estas medidas son implementadas con el apoyo de diversos sectores, como las secretarias de Trabajo y Previsión Social, Desarrollo Social, Economía, Hacienda y Crédito Público, Agricultura, Ganadería y Pesca, así como la Comisión Nacional del Agua.
