Uno de cada 10 niños en México sufre algún tipo de maltrato infantil, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Este maltrato se puede presentar antes y después de nacidos, ya que el embarazo no deseado se considera como una de las causas de agresión.
Consciente de ello, el Instituto Carlos Slim de la Salud a través de su portal Clikisalud, en su apartado %u201CGuías Comunitarias, Salud Infantil%u201D, muestra una serie de características y señales que pueden ayudar a detectar y evitar factores que vuelven vulnerables a los menores de sufrir algún tipo de abuso.
Clikisalud advierte que estas señales pueden aparecer de manera súbita o mantenerse ocultas sin dejar de ser un conflicto. De acuerdo con la Guía Atención Materno Neonatal, Crecimiento y Estimulación (AMANECE), del Instituto Carlos Slim de la Salud, se han identificado las siguientes características que pueden impulsar la conducta del agresor:
· Haber sido víctima de maltrato en la niñez
· Consumir alcohol o algún tipo de droga
· Pérdida súbita del empleo
· Tener una vivienda con servicios mínimos o sin ellos
· Disfunción conyugal
· Vivir en zona de conflicto ambiental
Clikisalud considera de suma importancia estar atentos ante las señales de riesgo mencionadas, tanto por padres de familia, como maestros, prestadores de servicios de salud y gente adulta en general, con la finalidad de evitar situaciones en las que un niño pueda ser víctima de algún tipo de maltrato infantil
El maltrato infantil se divide en: maltrato físico, abandono físico, abuso sexual, maltrato emocional y abandono emocional. El primero se caracteriza por provocar daño o enfermedad en el niño como consecuencia de alguna negligencia intencional. El abandono físico ocurre cuando no se atienden las necesidades básicas del niño. El abuso sexual se define como la obtención de cualquier clase de placer sexual con un niño sin importar si existe o no un contacto físico. El maltrato emocional se refiere a conductas ejercidas a los niños que puedan causar deterioro en el desarrollo emocional, social e intelectual del niño; y por último, el abandono emocional entendido como aquella situación en la que el niño no recibe el afecto, la estimación, el apoyo y la protección necesaria en cada etapa de desarrollo.
Conocer las formas de expresión de cada tipo de maltrato contribuye para brindar atención médica y psicológica oportuna, así como prevenir cualquier tipo de actitud que pueda perjudicar la integridad del menor.
Finalmente el portal Clikisalud señala algunas conductas en los menores que pueden ayudar a saber que es víctima de maltrato, tales como: temor al contacto o a la cercanía física, temor exagerado a un adulto, conducta agresiva, destructiva o sumisa, depresión, intento de suicidio, problemas alimenticios, inhibición para jugar, entre otras.
