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¿Por qué se acalambran las piernas durante el embarazo?

Una de tantas etapas bellas de la vida es el embarazo, siempre y cuando esté bien cuidado y haya sido deseado. Sin embargo, los padecimientos que aparecen cuando el bebé está en proceso de gestación pueden hacer de este momento algo frustrante si no llevan los cuidados adecuados.

Algo así pasa cuando sin motivos aparentes los calambres hacen estragos en nuestro cuerpo, sobre todo cuando ya se está en la segunda mitad del embarazo.

Muchas opiniones médicas aún no saben precisar por qué ocurren los calambres durante el periodo de gravidez, pero lo atribuyen a la falta de calcio o incluso al consumo excesivo de sal, aunque esto no está comprobado.

Sin embargo, los galenos más acertados han diagnosticado la presencia de calambres a la postura rígida de los músculos, incluso a la falta de líquidos o tener una misma posición durante mucho tiempo.

Inclusive también puede deberse a problemas de circulación, que en este caso puede ser por la presión en los nervios de la columna, conforme crece el bebé, que se extiende hasta las piernas.

Por lo tanto, para no tener la mala fortuna de padecer  de calambres mientras se desarrolla el bebé lo mejor es comer una dieta balanceada y rica en calcio, pues el producto obtiene nutrientes del cuerpo de la madre y si estos son escasos, los malestares pueden acrecentarse.

Asimismo, el tomar muchos líquidos coadyuva para en la hidratación y el buen funcionamiento de diversos órganos de nuestro cuerpo; también se recomienda el ejercicio, si no se está acostumbrada a él, al menos una caminata de 30 minutos o una hora diaria para ejercitar las piernas, y después procurarse estiramientos y masajes en las extremidades inferiores, que además de relajar evita la rigidez muscular.

Así que si la futura madre padece de calambres, no dude en acudir con su médico de cabecera, pero también procurar llevar a cabo los pasos anteriormente citados para mejorar su condición.

Y es que regularmente esos calambres ocurren en la noche, por consiguiente, la madre ya no descansa lo suficiente ante el dolor, por lo que no se deben dejar pasar, pues pudieran presentarse casos de hinchazón o enrojecimiento de las piernas, que ya nos hablaría sobre síntomas de riesgo en la presión y circulación que si no se atienden, podrían perjudicar la salud tanto de la madre como del bebé.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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