La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa producida por un bacilo, microbacterium TB, que se transmite por vía aérea (tos, estornudos, gotas de saliva). Si la persona está mal nutrida o tiene bajas las defensas, el bacilo puede llegar al interior de los pulmones y causar el desarrollo de la enfermedad. Los síntomas iniciales son tos persistente por más de dos semanas y con presencia de flema; cuando la enfermedad se agrava se presenta tos con sangrado, pérdida de peso y fiebre.
Entre los síntomas asociados a esta enfermedad se encuentra la tos persistente y con flema, además de pérdida de peso y apetito, fiebre, sudoración nocturna así como cansancio y, en casos avanzados, dificultad respiratoria.
Cualquier persona que presente alguno de estos síntomas debe acudir a las unidades de salud más cercanas en donde tanto el diagnóstico, estudio y tratamiento son totalmente gratuitos.
Si no se atiende, este padecimiento puede llegar a causar la muerte, por lo que la Secretaría de Salud invita a todas las personas que presenten alguno de los síntomas mencionados a que se hagan la prueba, la cual es completamente gratuita y se puede realizar en cualquier unidad de salud. Cuando se diagnostica un caso, se realizan estudios a sus familiares y convivientes, con el propósito de dar tratamiento a todos los que lo requieran y cortar así la transmisión de la enfermedad.
La tuberculosis es curable si se sigue de forma constante el tratamiento médico, que dura seis meses y se ofrece de manera gratuita en las unidades de la SS. En el 2008 en Michoacán se presentaron 278 casos, 22 menos que durante el 2009 (256 casos). Todos los casos recibieron el tratamiento y fueron dados de alta.
De acuerdo con la especialista, una persona que toma su tratamiento, a la semana deja de ser transmisor de la enfermedad y al primer mes los estudios salen negativos a la presencia de este bacilo. Sin embargo, es muy importante que los pacientes continúen tomando los medicamentos durante todo el periodo que dura el tratamiento, ya que en caso contrario se corre el riesgo de desarrollar resistencias que, a la larga hacen más difícil la curación.
