- Al igual que la tuberculosis, repuntó por a la disminución de linfocitos en el ser humano, dijo Mireya Sánchez Zamora, de la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM.
- Otros padecimientos que han reaparecido y se han incrementado por el contagio del SIDA son la gonorrea y el virus del papiloma humano
Aunque se consideraba casi extinta, la sífilis ha resurgido acompañada de la pandemia del VIH-SIDA y del incremento de otras enfermedades de transmisión sexual, informó Mireya Sánchez Zamora de la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM.
Ante estudiantes de la Facultad de Derecho, la jefa del Departamento de Servicios Preventivos señaló que al igual que la tuberculosis, la sífilis volvió a repuntar con el incremento del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, por la disminución de linfocitos que provocan susceptibilidad en el ser humano.
Otros padecimientos que han reaparecido y se han incrementado por el contagio del SIDA son la gonorrea y el virus del papiloma humano (VPH), por la creciente apertura sexual y las relaciones sexuales sin protección, acotó.
La sífilis, que barrió la Europa de los siglos XV y XVI con tasas de morbilidad y mortalidad elevados, es provocada por la bacteria Treponema pallidum; produce póstumas que cubren el cuerpo, desde la cabeza hasta las rodillas y provocan el desprendimiento de la carne de la cara.
Puede o no tener sintomatología, dijo, porque en su primera fase los indicios se confunden fácilmente y en personas con VIH son ligeramente diferentes.
Al poco tiempo de contraer la enfermedad es probable el brote de una pequeña herida o úlcera (chancro) en el lugar donde se produjo la infección, generalmente el pene, boca, ano, vagina o sus alrededores, y puede ir acompañado de inflamación en los ganglios. El chancro no es doloroso y habitualmente se cura por sí solo con rapidez.
La etapa secundaria, prosiguió, se desarrolla normalmente en los seis meses posteriores; aquí surgen erupciones cutáneas, fiebre, dolor muscular, de cabeza, zumbido de oídos y, en casos raros, meningitis.
Las llagas, de color marrón oscuro y del tamaño de una moneda, pueden aparecer también en la planta de manos y pies, y ser infecciosas.
La fase terciaria sigue su curso a lo largo de los 10 años tras la infección y provoca lesiones en la mayoría de los órganos internos y en el cerebro (neurosífilis); de no ser tratada, puede provocar la muerte, concluyó.