Emiten recomendaciones para tratar dolor lumbar
México D. F. %u2013 El Colegio de Médicos de Estados Unidos y
Estas directrices fueron publicadas en el número del 2 de octubre de la revista Annals of Internal Medicine, e incluyen guías para orientar a los médicos de atención primaria y a otros profesionales de la salud para recolectar e interpretar información durante la primera consulta de un paciente.
Resalta el hecho de que los especialistas estadounidenses señalaron que los estudios de imagen por resonancia magnética (IRM) y de tomografía computarizada no deberían ordenarse de manera rutinaria para los pacientes con dolor lumbar no específico. Estas pruebas deberían reservarse, dicen las nuevas indicaciones, para pacientes con déficits neurológicos graves o progresivos, o en quienes se sospechen afecciones subyacentes, como infecciones o cáncer.
Las recomendaciones reconocen tres categorías generales para el dolor lumbar:
- Dolor lumbar no específico, que afecta a cerca del 85 por ciento de los pacientes.
- Dolor de espalda potencialmente relacionado con afecciones de la columna (estenosis, ciática o fractura de compresión vertebral).
- Dolor de espalda relacionado con otra causa específica, como el cáncer.
De igual forma, el grupo de expertos revisó evidencia sobre terapias farmacológicas y no farmacológicas aplicadas al dolor lumbar agudo y crónico.
“Casi todos los medicamentos revisados tenían algunos beneficios, pero también riesgos (%u2026) El acetaminofén, por ejemplo, es muy seguro, pero podría no ser efectivo. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) tienen riesgos gastrointestinales y cardiovasculares. Los opioides y los relajantes musculares podrían ofrecer alivio para quienes tienen dolor grave, aunque los beneficios y riesgos potenciales se deben evaluar con cuidado%u201D, explicó Roger Chou, coautor de las directrices y jefe del American Pain Society Clinical Practice Guidelines Program.
El especialista apuntó que los pacientes que prefieren no tomar medicamentos %u201Cpueden beneficiarse de los tratamientos no farmacológicos, como acupuntura, manipulaciones de la columna y terapia de masajes%u201D, aunque %u201Cninguno de ellos ha resultado ser más efectivo que los otros para justificar su recomendación como terapia de primera línea%u201D.