México, D. F., 18 de diciembre (Redacción Salud Mundo de Hoy).- Especialistas del Hospital Regional Ignacio Zaragoza del ISSSTE y del Instituto de Investigaciones Materiales de la UNAM desarrollaron una técnica de regeneración ósea, gracias a la cual 31 pacientes que presentaban daños por fracturas, tumores benignos y padecimientos congénitos han acelerado su recuperación.
La colocación de los llamados “xenoinjertos bovinos” ha reducido hasta en un 50 por ciento el tiempo de regeneración del tejido óseo en los pacientes atendidos en el Servicio de Ortopedia y Traumatología del hospital, según informó el doctor José Fernando Cueva del Castillo Mendoza, responsable de la fase de colocación de los implantes.
Se llama xenoimplante a los implantes de tejido de una especie animal diferente a la del receptor. Su principal aplicación se da en pérdidas óseas ocasionadas por accidentes de gran impacto, tumores benignos que destruyen el hueso, y por infecciones óseas que lesionan tejido. También se usa en las artrodesis, procedimiento terapéutico para pegar dos superficies óseas con el fin de dar estabilidad a una estructura, y en el tratamiento de lesiones de la columna.
El doctor Cueva del Castillo explicó que en busca de nuevos materiales para el tratamiento de problemas relacionados con la fractura o pérdida importante de hueso, se analizó la viabilidad de tejidos de diferentes especies. Luego de realizar los estudios físico-químicos y de haber seguido todos los pasos de las ciencias básicas para purificarlos, se concluyó que el hueso bovino era el más adecuado.
“La cerámica obtenida del tejido óseo bovino tiene una porosidad muy similar a la del hueso humano y dados los buenos resultados logrados en las cirugías se está demostrando un alto grado de biocompatibilidad”, señaló el experto. "Este implante es como una estructura arquitectónica a través de la cual va a crecer tejido sano, hueso nuevo, pero nosotros le damos el camino que tiene que seguir para abreviar los tiempos de cicatrización".
El doctor Cueva del Castillo Mendoza resaltó que la tecnología desarrollada por la UNAM reduce tres veces el costo del xenoimplante de manufactura canadiense o francesa, y que “una vez comercializado podría reducirse más”. Otro beneficio del procedimiento es que se evita someter al paciente a dos cirugías: una para obtener un trozo de hueso de otra parte de su cuerpo y otra para injertarlo.
Los resultados de este desarrollo conjunto serán publicados en la primera edición del 2007 de la revista “Acta de ortopedia”, publicada por la Sociedad Ortopédica Mexicana.
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