Oficialmente dio inicio la campaña de vacunación contra la influenza y es importante que quienes la requieran acudan a aplicársela, ya que es la forma más efectiva de protegerse ante la enfermedad, sobre todo durante esta temporada invernal que se cruzó con la crisis sanitaria por COVID-19.
Cabe recordar que los frentes fríos y los ciclones meteorológicos provocarán bajas temperaturas y lluvias relacionadas a la época, lo que podría generar enfermedades respiratorias como gripe, tos e influenza, además del coronavirus, que podría empeorar con la llegada de la temporada invernal.
Puedes asistir a todos los hospitales y clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), así como de la Secretaría de Salud (SSa) cercanos a tu domicilio.
Además, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, señaló que la vacuna también estará disponible en quioscos de salud, para información más detallada es necesario llamar a Locatel.
¿Quiénes deben vacunarse?
Aunque cualquier persona puede aplicarse la vacuna, es prioridad que la “población blanco” asista. Ellos son:
- Personas de 6 a 59 meses de edad
- De 60 y más años
- Embarazadas sin importar la fecha de gestación
- Trabajadores de la salud en contacto con la población
- Personas de 5 a 59 años de edad con comorbilidades como enfermedades cardiovasculares, excepto hipertensión arterial esencial
- Diabetes mellitus
- Obesidad mórbida (IMC > 40)
- Insuficiencia renal
- Enfermedad pulmonar crónica, incluyendo EPOC y asma
- Inmunosupresión adquirida por enfermedad o por tratamiento
- Cáncer y personas que viven con VIH
Puedes llevar tu cartilla de vacunación, en caso de no tenerla las enfermeras te darán un comprobante.
Es necesario resaltar que la influenza y el coronavirus provocan síntomas similares en los pacientes como: fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolor de garganta, obstrucción respiratoria, dolor muscular o cuerpo cortado y diarrea. La influenza, además, puede provocar escurrimiento y congestión nasal. Por su parte, el COVID provoca pérdida de la percepción olfativa y del gusto.
Otros métodos de prevención de la influenza son: evitar el saludo de mano o de beso; evitar tocarse la nariz, ojos y boca; lavarse frecuentemente las manos; estornudo de etiqueta; si se está enfermo evitar lugares concurridos y no automedicarse, las mismas medidas que hemos aplicado durante esta pandemia de COVID-19.
La vacuna de la influenza (ni ninguna otra) produce la enfermedad ya que el virus está inactivo o muerto, es decir, no genera infección pero sí conserva capacidad de generar defensas.
No obstante, no evita en el 100% de los casos la enfermedad, esto es porque hay una posibilidad de que, antes de que el paciente acudiera a inyectarse ya tenía rastros del virus, por lo que su sistema inmune no logró generar defensas a tiempo, por ello es importante acudir a tiempo a vacunarse.
SG
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