¿Qué es la espondilitis anquilosante?
LaSalud.mx.-La espondilitis anquilosante, es una enfermedad que ocasiona inflamación y conlleva al dolor y rigidez, afectando muchas zonas del cuerpo, por lo que los síntomas pueden empeorar con el transcurso del tiempo, mientras que otras pueden mejorar.
Para detectar esta enfermedad, el especialista en Reumatología de Mayo Clinic, Eric Matteson, menciona que la espondilitis anquilosante es una enfermedad que ocasiona inflamación, que conlleva al dolor y rigidez. La enfermedad puede afectar a muchas zonas del cuerpo, aunque las más comunes son las vértebras de la columna lumbar, las articulaciones entre la base de la columna y la pelvis (conocidas como articulaciones sacro-ilíacas), las articulaciones de la cadera y hombros, así como el cartílago entre el esternón y las costillas. En algunos pacientes, la inflamación puede afectar otros órganos, como los ojos, conduciendo a una afección llamada iritis o uveítis.
Los cambios en los síntomas, por lo general se presentan en intervalos irregulares, motivo por el que puede resultar difícil predecirlos. Los medicamentos normalmente son el tipo más eficaz de tratamiento y la mayoría de las personas que sufre de espondilitis anquilosante no necesita cirugía.
La espondilitis anquilosante también puede ocasionar síntomas en otros lugares del cuerpo donde los ligamentos y los tendones se unen a los huesos. Eso se conoce como entesitis y puede presentarse en la columna, aunque en ocasiones también puede ocasionar síntomas en todo el talón, derivando en la tendinitis de Aquiles, por ejemplo. En algunos casos, la inflamación producida por la espondilitis anquilosante puede ocasionar la fusión de las vértebras de la columna, haciéndola menos flexible.
A pesar de que no existe cura para la espondilitis anquilosante, por lo general, los síntomas pueden tratarse satisfactoriamente con medicamentos. El tipo específico de medicamento que se necesita para los brotes depende del lugar de presentación en el cuerpo.
Los brotes que producen rigidez y dolor en la columna son una señal de inflamación activa. Cuando esos síntomas persisten, el tratamiento implica administrar los medicamentos conocidos como antagonistas del factor de necrosis tumoral (FNT). El Factor de Necrosis Tumoral es una proteína celular que lleva a la inflamación. Los antagonistas del FNT apuntan contra esa proteína para reducir el dolor, la rigidez, la sensibilidad y la hinchazón de las articulaciones. Algunos ejemplos de estos medicamentos son el adalimumab, el etanercept y el certolizumab. Los antagonistas del FNT se administran mediante inyección subcutánea o por vía intravenosa.
Cuando los brotes afectan las articulaciones de brazos y piernas, pero no la columna, entonces son útiles los medicamentos sulfasalazina o metotrexato. Sin embargo, estos fármacos generalmente no alivian la inflamación de la columna.
Junto con los medicamentos, la fisioterapia también puede servir para aliviar los síntomas de la espondilitis anquilosante, además de mejorar la fuerza y la flexibilidad del cuerpo. Se recomienda consultar con médico si la fisioterapia sería útil en cada caso, y de ser así, el médico puede recomendar una reunión con un fisioterapeuta con el objetivo de aprender ejercicios adecuados para la situación.
El Dr. Matteson comenta que la cirugía para la espondilitis anquilosante suele reservarse para aquellos casos los que la enfermedad ha ocasionado daños importantes en las articulaciones de brazos y piernas. Por ejemplo, cuando la articulación de la cadera sufre graves daños a consecuencia de la enfermedad, entonces una alternativa puede ser la cirugía para reemplazarla. La cirugía de la columna es necesaria sólo en casos raros.
No es extraño que, a medida que transcurre el tiempo, fluctúe la gravedad y frecuencia de los síntomas de la espondilitis anquilosante. Si la persona tiene cambios que últimamente experimenta, consulte al médico ya que con la ayuda del profesional, puede encontrar un tratamiento eficaz para tratarlos.