Con el objetivo de disminuir los altos índices de embarazo en adolescentes y dar mensajes de sensibilización entre la juventud sobre la importancia de una vida sexual responsable y comenzar a disminuir los índices de embarazos no planificados, desde el 2006 se estableció el 26 de Septiembre como el día mundial de prevención de embarazo adolescente.
Los embarazos no deseados en adolescentes no solo son cuestión de salud, sino de desarrollo para los países, están directamente relacionados con la falta de acceso a la educación y el fracaso de los sistemas institucionales. Actualmente, en México se considera un problema de salud pública.
Recientemente, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha dicho que 400 mil adolescentes son madres al año en nuestro país, el 13% de las muertes maternas en México se da en adolescentes (SSA) y la mortalidad materna en niñas menores de 15 años es muy alta y se asocia a factores de violencia y uniones forzadas que aunado a la afectación económica, social y sicológica, hace necesario tomar medidas para bajar la incidencia de dichos embarazos.
El ser madre adolescente tiene diversas repercusiones, una de ellas es la discriminación y exclusión en diversas esferas de la vida social; ya que los estereotipos de género siguen fuertemente arraigados en la sociedad mexicana y son estas mujeres las que abandonan los estudios a causa de los malos tratos y burlas desde diversos ángulos de su vida cotidiana. Se estima que en México son necesarios 11 años de estudio para superar la probabilidad promedio de caer en pobreza, señaló Nancy Mejía, Coordinadora de RDfine México, la cual es una red nacional de liderazgos jóvenes con presencia en 17 estados del país, quienes entre sus objetivos está el fortalecer el acceso y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de forma segura.
De acuerdo a la CONAPO a menor escolaridad corresponden edades más tempranas la maternidad. Entre las mujeres con más años de estudio el uso de métodos anticonceptivos ha sido siempre más frecuente que entre las mujeres con menores niveles de escolaridad. A mayor nivel educativo, es menor la probabilidad de embarazo adolescente. Actualmente se estima que el 13% de las muertes maternas en México se da en adolescentes.
Otro aspecto de suma importancia que debe ser considerado, señala Nancy Mejía, “es reconocer que ante un embarazo no planificado las jóvenes recurren a practicarse abortos en condiciones que ponen en riesgo su vida, esto debido a que en el país existen muy pocas condiciones que garanticen una interrupción del embarazo segura, por lo que es importante garantizar este derecho”.
Así mismo concluyó que “los embarazos en adolescentes conducen a un futuro con grandes limitaciones y dificultades para salir adelante, escolaridad trunca, trabas para acceder al empleo, mala educación de sus hijos y creación de familias disfuncionales. Por esta razón es importante fomentar la participación de la ciudadanía para acercar la información y poder tomar decisiones inteligentes”.
Finalmente es importante señalar que el Fondo Nacional de Población (UNFPA) los jóvenes en México inician su vida sexual entre los 15 y los 19 años, de éstos 97% conoce los métodos anticonceptivos, sin embargo más del 50% no utilizaron métodos anticonceptivos en su primera relación sexual razón por la cual se dan los embarazos no planeados.
