Sexualidad en la tercera edad
La actividad sexual puede ser una buena forma de medir el estado de salud de los adultos mayores, por ello, investigadores del Proyecto Nacional de Vida Social, Salud y Envejecimiento (NSHAP, por sus siglas en inglés) de
La información recabada brindó conclusiones muy interesantes, en primer lugar, por la franqueza con que los participantes respondieron al estudio.
En primer lugar, los investigadores encontraron que la prevalencia de la actividad sexual efectivamente disminuye con la edad, pues el 73 por ciento de los encuestados entre los 57 y los 64 años afirmó tener actividad sexual, pero este porcentaje fue menor (53 por ciento) en el grupo de
Las mujeres fueron menos propensas a mantener actividad sexual, ya que mientras el 78 por ciento de los hombres de entre 75 y 85 años tenían cónyuge u otra relación íntima, sólo 40 por ciento de las mujeres de ese grupo de edad tenía pareja. De hecho, el 35 por ciento de las entrevistadas declararon que el sexo era %u201Calgo sin importancia%u201D, sólo el 13 por ciento de los varones compartió esta opinión.
Más de la mitad de las personas del grupo mayor de 75 años sexualmente activas aseguraron tener relaciones sexuales al menos dos o tres veces al mes. El 23 por ciento informó una frecuencia de relaciones de al menos una vez por semana.
En cuanto a los problemas sexuales, casi la mitad de los hombres y mujeres eran sexualmente activos confesó tenerlos. El más frecuente entre las mujeres era poco deseo (43 por ciento), resequedad vaginal (39 por ciento) e incapacidad para llegar al orgasmo (34 por ciento).
Para los hombres el problema más común fue la disfunción eréctil (37 por ciento). Ante esto, el 14 por ciento de ellos dijo usar medicamentos o complementos para mejorar su función sexual.
Es significativo que la salud, antes que la edad, sea lo que más afecta la vida sexual de los adultos mayores, pues los encuestados con más problemas de salud eran menos propensos a la actividad sexual. Sólo el 38 por ciento de los hombres y el 22 por ciento de las mujeres dijo haber hablado sobre su salud sexual con un médico desde los 50 años.
A pesar del deterioro de su salud, muchas personas encontraron maneras de permanecer sexualmente activas, entre estas alternativas se encuentran el sexo oral (con una prevalencia de casi el 50 por ciento entre los menores de 75 años) y la masturbación (más de la mitad de los hombres y el 25 por ciento de las mujeres afirmaron que se masturbaban, independientemente de si tenían una pareja). Con todo, el coito vaginal fue el que más predominó, si bien su frecuencia baja con el paso del tiempo.
En opinión de Edward Laumann, coautor del estudio y profesor de sociología de
Parte de la investigación implicó la recolección de muestras de saliva y vaginales, las cuales proveerán información sobre los niveles hormonales de los participantes, la prevalencia de enfermedades crónicas como la diabetes y la frecuencia del virus del papiloma humano (VPH), que se transmite sexualmente, entre este sector de la población.
%u201C(El estudio) nos da, por primera vez, los datos más completos y nacionalmente representativos de la sexualidad de los hombres y las mujeres, y realiza una contribución particular en cuanto al conocimiento de la sexualidad de las mujeres mayores%u201D, indicó la doctora Stacy Tesser Lindau, autora principal del la investigación y profesora asistente de ginecoobstetricia y de geriatría de