· Además, se ha convertido en una excelente opción en el tratamiento de trastornos de la conducta.
El contacto frecuente con animales domésticos contribuye a mejorar las funciones psicológicas de los niños y adolescentes al crear una sensación de compañía, en especial, los perros y gatos brindan un efecto incondicional de bienestar, proceso en cual se estimula la protección y la seguridad tanto individual como colectiva.
Afirmó el doctor en Psiquiatría Sergio Ponce Guadarrama, del Hospital General Regional No. 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente, quien dijo que tener una mascota en casa, aumenta la socialización y fomenta valores en los niños, por el contacto físico y el sentido de responsabilidad que genera en los menores, si se les involucra en el proceso de cuidarlos”, dijo el especialista del IMSS.
Expresó que en ocasiones los padres de familia no quieren mascotas y dudan de las ventajas que puedan brindarles a sus hijos por temor a que los lastimen o por cuestiones higiénicas; sin embargo, cada vez se encuentran más beneficios en la salud por el hecho de tener una mascota en casa.
Resaltó el especialista del IMSS Estado de México Poniente que estudios recientes sugieren que tener un perro desde muy temprana edad ayuda a disminuir la probabilidad de el desarrollo de alergias o incluso asma en los niños, además de ayudar al control de la presión arterial y fomentar la disminución del nivel de estrés en los adolescentes.
En el aspecto conductual, una mascota genera un sentido de responsabilidad y pertenencia que favorece una mejor integración de los niños y adolescentes a la sociedad, los sensibiliza y los hace empáticos hacia quienes lo rodean, minimizando los sentimientos violentos o agresivos.
El doctor Ponce Guadarrama indicó que la terapia con mascotas se ha convertido en una excelente opción en el tratamiento de trastornos de la conducta, ya que a través de la interacción con las terminales nerviosas a través del contacto físico, el cuerpo recibe señales que incrementan y mejoran la actividad cerebral.
Por lo anterior, invitó a las familias especialmente con niños o adolescentes, a valorar la posibilidad de contar con una mascota adecuada en raza, peso y edad a su estilo de vida y espacio. A fin de que se le pueda proveer de los cuidados necesarios para mantenerla saludable y feliz, como un miembro más de la familia.
Concluyó con la recomendación de evitar animales ponzoñosos como arañas, serpientes, escorpiones, en fin todos aquellos que puedan generar un doble riesgo, y sugirió optar por perros, gatos, canarios, tortugas, especies de fácil cuidado.