México participa en Récord Guinness Mundial contra la Hepatitis
La comunidad mexicana de las hepatitis participó en el Récord Guinness Mundial para fomentar la toma de conciencia sobre esta enfermedad del hígado este sábado 28 de julio, Día Mundial de las Hepatitis Virales.
Para cumplir con el récord, los asistentes realizaron una secuencia donde los participantes se taparon los ojos por cinco segundos simbolizando que no ven la enfermedad; los oídos, que no la oyen; y boca, que no hablan de ella. Estas acciones aluden a aquellas personas que se enfrentan a los problemas negándose en reconocerlos.
La World Hepatitis Alliance, organismo de la OMS al cual pertenece la Fundación Mexicana para la Salud Hepática, ha elegido este tema para resaltar que la hepatitis se ignora en todo el mundo y que se deben tomar acciones para promover la detección y atención oportuna, indicó Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática, Enrique Wolpert Barraza.
La realización de esta actividad masiva, explicó la World Hepatitis Alliance, “se trata también de movilizar a nuestra comunidad de personas con Hepatitis y de mostrar a nuestros gobiernos que somos una voz poderosa que no se puede pasar por alto”.
Durante este evento mundial celebrado en la Ciudad de México, estuvieron presentes varias representaciones de pacientes como Círculo de apoyo para personas con padecimientos hepáticos, dirigido por Alejandra Falero; Grupo Amhigo, presidido por Antonio Oñate; y Unidos por Una Mejor A.C., grupo de pacientes de Mexicali, Baja California. Este esfuerzo coordinador por la Fundación Mexicana para la Salud Hepática formó parte de este récord guinness global en donde participaron más de 24 países del mundo.
Los virus A, B, C, D y E de la hepatitis representan un gran riesgo para la salud mundial.1 Según la OMS, entre 130 y 170 millones de personas en el mundo se encuentran infectadas con el virus de la hepatitis C, y más de 350,000 mueren cada año como consecuencia de enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C, un virus que se transmite principalmente a través del contacto con sangre infectada.1
De acuerdo con estudios sobre la prevalencia de la Hepatitis C en México, se estima que entre el 1.2 y 1.8% de la población padece esta enfermedad, lo que se traduce en aproximadamente 1 millón 500 mil personas.
La OMS indica que, luego de la infección inicial con el virus de la hepatitis C, cerca del 80% de las personas no manifiestan síntomas. Cuando éstos aparecen en una persona con la infección crónica, puede ser indicio de una enfermedad hepática avanzada.1
Se estima que los síntomas de la hepatitis C crónica pueden tardar hasta 30 años en desarrollarse, tiempo durante el cual el daño hepático puede producirse en forma silenciosa.2
Se trata de una enfermedad silenciosa hasta que se presentan las complicaciones tardías. La infección por hepatitis C puede derivar en serias complicaciones como la cirrosis o el cáncer de hígado.
La importancia de la detección temprana
Muchas personas con hepatitis C no experimentan síntomas durante la fase aguda de la infección,4 por lo que no saben que están infectadas. No obstante, el virus puede detectarse en la sangre mediante pruebas de laboratorio.2
En el marco del Día Mundial de la Hepatitis es clave el reforzamiento de la prevención, la detección y el control de las hepatitis víricas y las enfermedades conexas.
La infección por el virus de la hepatitis C puede producir síntomas que van desde una enfermedad leve que dura sólo algunas semanas, hasta una enfermedad crónica y de por vida que puede derivar en una cirrosis o un cáncer de hígado.1 Datos de la OMS muestran que estadísticamente entre el 60 y 70% de las personas con infección crónica presentan enfermedad hepática crónica; entre el 5 y 20% desarrollan cirrosis y entre el 1 y 5% de los casos mueren como consecuencia de cirrosis o cáncer hepático.1
El tratamiento de la hepatitis C busca eliminar el virus, reducir los síntomas de la enfermedad y evitar sus complicaciones.5
Actualmente, el tratamiento estándar para la infección por virus de la hepatitis C es el uso combinado de dos medicamentos. Si bien esta enfermedad en general se considera como curable, no lo es para una gran cantidad de personas. Afortunadamente, en la actualidad los avances científicos y los adelantos en investigación han permitido obtener nuevos antivirales orales que, en combinación con el tratamiento estándar, actúan contra la infección causada por el virus de la hepatitis C. “El futuro parece muy prometedor con respecto a la obtención de fármacos orales específicos contra el virus de la hepatitis C que sean más eficaces y mejor tolerados”, según información publicada por la OMS.