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¡Nada con exceso!

En nuestro país acostumbramos a ponerle sal a una gran cantidad de alimentos, muchas veces incluso le ponemos sal a la comida sin siquiera haberla probado o no podemos comer sin un salero en la mesa, esto puede ser muy peligroso para la salud, ya que aumentan las probabilidades de contraer hipertensión arterial.

Cuando el contenido de sal se incrementa se produce un desequilibrio y el organismo tiende a retener más líquidos, esto produce que los vasos y arterias se contraigan y aprieten, por lo que el flujo sanguíneo se reduce y genera riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, aneurismas (dilatación de una vena que puede romperse), insuficiencia cardíaca, infartos y lesiones en los riñones, entre otras cosas.

Los riñones son los encargados de eliminar la sal y otras sustancias, por la orina, sin embargo estos órganos no pueden desechar correctamente la cantidad excesiva de sodio y es cuando comienzan los problemas.

¡Nada con exceso!

Podemos encontrar al sodio en estado natural alrededor del mundo y también puede fabricarse artificialmente. Este mineral permite la regulación del líquido del cuerpo humano, además de que contribuye al proceso celular, ya que permite la óptima conducción de los impulsos nerviosos de todo el organismo. Sin sal el hombre y otras especies no podrían vivir.

La Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo de sal diario de únicamente dos gramos, sin embargo en México, de acuerdo con datos de la Secretaria de Salud, se ingieren más de cinco cada día; e incluso algunas personas comen 12 gramos.

Todos necesitamos de la sal, sin embargo nos podemos acostumbrar a comer solo por imitación y luego de 10 días de reducir la cantidad de sal, el propio cuerpo se acostumbrará y no se necesitará más en el paladar para disfrutar de los alimentos.

Para evitar contraer enfermedades como la hipertensión arterial, lo más recomendable es modificar la dieta y practicar ejercicio físico diariamente. Muchas veces no solo se requiere de una dieta baja en sal, sino también de una adecuada valoración médica del apego al tratamiento que el médico señale, incluso existen medicamentos para controlar la presión arterial, es necesario acudir con el médico para tener una orientación.

Si se consume demasiada sal se pueden incluso bloquear las arterias que alimentan los músculos del corazón, el resultado es un ataque cardíaco o infarto del miocardio.

En la vida diaria

Los seres humanos tenemos una relación estrecha con la sal, ya que se usa en la industria mundial. Se emplea en la fabricación de alimentos ya que permite una mejor conservación de los productos, como carnes, harinas y lácteos, para el consumo humano.

Sin embargo también sirve a la industria ganadera y pecuaria e incluso se usa mucho con el fin de eliminar el hielo de las carreteras y otras zonas de nieve.

El cloruro de sodio o sal se usa de diversas formas ya sea en casa, en la alimentación o en la industria. Es necesario saber qué tipo de sal es la que uno consume diariamente, de ésta manera tomaremos mejores decisiones con respecto a su consumo y su exposición.

El 99% de los alimentos procesados tienen diversos contenidos de sodio, incluso el agua, las galletas, los enlatados y los embutidos. Por ello lo recomendable es que reduzcas el consumo de éstos alimentos.

Te recomendamos que revises las etiquetas de los alimentos procesados y compres aquellos que indican menor cantidad de sodio. Cocina un poco desabrido, tu cuerpo se acostumbrará poco a poco. Quita el salero de la mesa y utiliza sustitutos de sal.

Mucho sabor, sin sal

Por disminuir el consumo de sal, el sabor de los alimentos no desaparece, ya que hay hierbas, sustitutos de sal y aderezos, que pueden reemplazar el sabor de los granos de sal. El primer paso es decidirse a experimentar nuevos sabores y cuidar la salud.

El método más sencillo para sustituir la sal es con hierbas frescas o secas, la cocina mexicana ofrece muchas alternativas, como cilantro, albahaca, orégano y romero. Además de que se pueden utilizar aderezos a base de algún tipo de aceite y un ácido como el limón o vinagre, en lugar de sazonarse con sal se puede emplear un sustituto de azúcar.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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