Milagros de la cirugía. Vivir con el corazón expuesto
El pasado 31 de octubre a las 36 semanas de gestación, nació Naseem Hasni en Estados Unidos. Sin embargo, el nacimiento del pequeño estuvo marcado por una rara condición congénita que hizo temer por su vida: la “ectopia cardis”, defecto que afecta a menos de ocho niños entre un millón y que hace que el corazón quede afuera de la caja torácica.
Apenas unas horas después de su nacimiento, Naseem fue operado en el Hospital de Niños Holtz, de Miami para intentar colocar su corazón en el sitio adecuado. Los médicos explicaron que el niño presentaba una falla en el desarrollo del esternón y de las paredes de la caja torácica, lo que provocó la posición anómala del músculo cardiaco.
“El corazón del bebé estaba literalmente sentado frente a nosotros, pero a pesar de esta extraña posición estaba bien formado y trabajaba correctamente”, detalló Eliot Rosenkratz, cardiólogo que participó en la cirugía, que duró alrededor de seis horas. El primer paso del procedimiento consistió en envolver el corazón en una pieza de Gore-Tex, para protegerlo.
Después de la operación se le ajustó una pieza de plástico que servirá como protección al pecho. En cuanto Naseem cumpla seis meses de edad, los médicos le implantarán parte de sus propias costillas en la caja torácica para sustituir al esternón.
A pesar de que la sobrevivencia en este tipo de casos apenas alcanza el 50 por ciento, el doctor Rosenkratz confío en que el pequeño logre la hazaña y complete el milagro iniciado por la ciencia médica. (Fuente: EFE)